»Cada vez que un israelita presente una ofrenda por fuego, de aroma grato al Señor, se ceñirá a estas instrucciones.
Procederás así con cada uno de ellos, sin que importe el número de animales que ofrezcas.
Si un extranjero que viva entre vosotros desea presentar una ofrenda por fuego, de aroma grato al Señor, se ceñirá a estas mismas instrucciones,