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Referencias Cruzadas

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Números 14:18

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

que eres lento para la ira y grande en amor y que, aunque perdonas la maldad y la rebeldía, jamás dejas impune al culpable, sino que castigas la maldad de los padres en sus hijos, nietos, bisnietos y tataranietos.

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26 Referencias Cruzadas  

El Señor es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor.

Así que oró al Señor de esta manera: ―¡Oh Señor! ¿No era esto lo que yo decía cuando todavía estaba en mi tierra? Por eso me anticipé a huir a Tarsis, pues bien sabía que tú eres un Dios bondadoso y compasivo, lento para la ira y lleno de amor, que cambias de parecer y no destruyes.

No te inclines delante de ellos ni los adores. Yo, el Señor tu Dios, soy un Dios celoso. Cuando los padres son malvados y me odian, yo castigo a sus hijos hasta la tercera y cuarta generación.

El Señor es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor.

¿Qué Dios hay como tú, que perdone la maldad y pase por alto el delito del remanente de su pueblo? No siempre estarás airado, porque tu mayor placer es amar.

No te inclines delante de ellos ni los adores. Yo, el Señor tu Dios, soy un Dios celoso. Cuando los padres son malvados y me odian, yo castigo a sus hijos hasta la tercera y cuarta generación.

Por eso, así dice el Señor, el Dios de Israel, a los pastores que apacientan a mi pueblo: «Vosotros habéis dispersado a mis ovejas; las habéis expulsado y no os habéis encargado de ellas. Pues bien, yo me encargaré de castigaros por vuestras malas acciones —afirma el Señor—.

a fin de que, así como reinó el pecado en la muerte, reine también la gracia que nos trae justificación y vida eterna por medio de Jesucristo nuestro Señor.

Por el contrario, cuando me aman y cumplen mis mandamientos, les muestro mi amor por mil generaciones.

»Ahora, Señor, ¡deja sentir tu poder! Tú mismo has dicho

»Dios no se ha fijado en la maldad de Jacob ni ha reparado en la violencia de Israel. El Señor su Dios está con ellos; y entre ellos se le aclama como rey.

Por el contrario, cuando me aman y cumplen mis mandamientos, les muestro mi amor por mil generaciones.

»Reconoce, por tanto, que el Señor tu Dios es el Dios verdadero, el Dios fiel, que cumple su pacto generación tras generación, y muestra su fiel amor a quienes lo aman y obedecen sus mandamientos,

pero que destruye a quienes lo odian y no se tarda en darles su merecido.

Se negaron a escucharte; no se acordaron de las maravillas que hiciste por ellos. Fue tanta su terquedad y rebeldía que hasta se nombraron un jefe para que los hiciera volver a la esclavitud de Egipto. Pero tú no los abandonaste porque eres Dios perdonador, clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor.

Sin embargo, él tuvo compasión de ellos; les perdonó su maldad y no los destruyó. Una y otra vez contuvo su enojo, y no se dejó llevar del todo por la ira.

Pues tu amor es tan grande que rebasa los cielos; ¡tu verdad llega hasta el firmamento!

Que recuerde el Señor la iniquidad de su padre, y no se olvide del pecado de su madre.

Me dirán que Dios reserva el castigo para los hijos del pecador. ¡Mejor que castigue al que peca, para que escarmiente!

Pero tú, Señor, eres Dios clemente y compasivo, lento para la ira, y grande en amor y verdad.

Muestras tu fiel amor a multitud de generaciones, pero también castigas a los hijos por la iniquidad de sus antepasados. ¡Oh Dios grande y fuerte, tu nombre es el Señor Todopoderoso!

Nuestros padres pecaron y murieron, pero a nosotros nos tocó el castigo.




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