Tratad a los demás tal y como queréis que ellos os traten a vosotros.
Así que en todo tratad a los demás tal y como queréis que ellos os traten a vosotros. De hecho, esto es la ley y los profetas.
En efecto, toda la ley se resume en un solo mandamiento: «Ama a tu prójimo como a ti mismo».
El segundo se parece a este: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.
Dale a todo el que te pida y, si alguien se lleva lo que es tuyo, no se lo reclames.