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Referencias Cruzadas

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Lucas 5:12

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

En otra ocasión, cuando Jesús estaba en un pueblo, se presentó un hombre cubierto de lepra. Al ver a Jesús, cayó rostro en tierra y le suplicó: ―Señor, si quieres, puedes limpiarme.

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27 Referencias Cruzadas  

Invócame en el día de la angustia; yo te libraré y tú me honrarás».

Cayó rostro en tierra a los pies de Jesús y le dio las gracias, a pesar de ser samaritano.

Cuando entró en la casa, se le acercaron los ciegos, y él les preguntó: ―¿Creéis que puedo sanaros? ―Sí, Señor —le respondieron.

Por eso también puede salvar por completo a los que por medio de él se acercan a Dios, ya que vive siempre para interceder por ellos.

Él me invocará, y yo le responderé; estaré con él en momentos de angustia; lo libraré y lo llenaré de honores.

Estando Jesús en Betania, en casa de Simón llamado el Leproso,

Y ahora —ordenó el Señor—, ¡llévate la mano al pecho! Moisés se llevó la mano al pecho y, cuando la sacó, la tenía toda cubierta de lepra y blanca como la nieve.

¿Acaso hay algo imposible para el Señor? El año que viene volveré a visitarte en esta fecha, y para entonces Sara habrá tenido un hijo.

David alzó la vista y vio que el ángel del Señor estaba entre la tierra y el cielo, con una espada desenvainada en la mano que apuntaba hacia Jerusalén. Entonces David y los ancianos, vestidos de luto, se postraron sobre su rostro.

Naamán, jefe del ejército del rey de Siria, era un hombre de mucho prestigio y gozaba del favor de su rey porque, por medio de él, el Señor le había dado victorias a su país. Era un soldado valiente, pero estaba enfermo de lepra.

Cuando vieron esto, todos se postraron y exclamaron: «¡El Señor es Dios! ¡El Señor es Dios!»

―¡De ninguno! —respondió—. Me presento ante ti como comandante del ejército del Señor. Entonces Josué se postró rostro en tierra y le preguntó: ―¿Qué órdenes trae mi Señor, para este siervo suyo?

»Cuando se trate de una infección de la piel, ten mucho cuidado de seguir las instrucciones de los sacerdotes levitas. Sigue al pie de la letra todo lo que te he mandado.

De la presencia del Señor salió un fuego, que consumió el holocausto y la grasa que estaban sobre el altar. Al ver esto, todo el pueblo prorrumpió en gritos de júbilo y cayó rostro en tierra.

suplicándole con insistencia: ―Mi hijita se está muriendo. Ven y pon tus manos sobre ella para que sane y viva.

Ese día, cuatro hombres que padecían de lepra se hallaban a la entrada de la ciudad. ―¿Qué ganamos con quedarnos aquí sentados, esperando la muerte? —se dijeron unos a otros—.

Ahora la lepra de Naamán se te pegará a ti, y a tus descendientes, para siempre. No bien había salido Guiezi de la presencia de Eliseo cuando ya estaba blanco como la nieve por causa de la lepra.

Pero, si la llaga ulcerosa se le pone blanca, la persona enferma deberá ir al sacerdote

Jesús extendió la mano y tocó al hombre. ―Sí, quiero —le dijo—. ¡Queda limpio! Y al instante se le quitó la lepra.




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