Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Lucas 4:35

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

―¡Cállate! —lo reprendió Jesús—. ¡Sal de ese hombre! Entonces el demonio derribó al hombre en medio de la gente y salió de él sin hacerle ningún daño.

Ver Capítulo Copiar

17 Referencias Cruzadas  

Además, de muchas personas salían demonios que gritaban: «¡Tú eres el Hijo de Dios!» Pero él los reprendía y no los dejaba hablar porque sabían que él era el Cristo.

así que se inclinó sobre ella y reprendió a la fiebre, la cual se le fue. Ella se levantó en seguida y se puso a servirles.

―Hombres de poca fe —les contestó—, ¿por qué tenéis tanto miedo? Entonces se levantó y reprendió a los vientos y a las olas, y todo quedó completamente tranquilo.

Por eso, ¡alegraos, cielos, y vosotros que los habitáis! Pero ¡ay de la tierra y del mar! El diablo, lleno de furor, ha descendido a vosotros, porque sabe que le queda poco tiempo».

Pero, si lo ataca otro más fuerte que él y lo vence, le quita las armas en que confiaba y reparte el botín.

Estaba acercándose el muchacho cuando el demonio lo derribó con una convulsión. Pero Jesús reprendió al espíritu maligno, sanó al muchacho y se lo devolvió al padre.

Resulta que un espíritu se posesiona de él, y de repente el muchacho se pone a gritar; también lo sacude con violencia y hace que eche espumarajos. Cuando lo atormenta, a duras penas lo suelta.

Los discípulos fueron a despertarlo. ―¡Maestro, Maestro, nos vamos a ahogar! —gritaron. Él se levantó y reprendió al viento y a las olas; la tormenta se apaciguó y todo quedó tranquilo.

El espíritu, dando un alarido y sacudiendo violentamente al muchacho, salió de él. Este quedó como muerto, tanto que muchos decían: «Se ha muerto».

Entonces el espíritu maligno sacudió al hombre violentamente y salió de él dando un alarido.

Jesús reprendió al demonio, el cual salió del muchacho, y este quedó sano desde aquel momento.

El ángel del Señor le dijo a Satanás: «¡Que te reprenda el Señor, que ha escogido a Jerusalén! ¡Que el Señor te reprenda, Satanás! ¿Acaso no es este hombre un tizón rescatado del fuego?»

Pero Dios le dice al malvado: «¿Qué derecho tienes tú de recitar mis leyes o de mencionar mi pacto con tus labios?

Él se levantó, reprendió al viento y ordenó al mar: ―¡Silencio! ¡Cálmate! El viento se calmó y todo quedó completamente tranquilo.

Jesús continuó: «Seguramente me vais a citar el proverbio: “¡Médico, cúrate a ti mismo! Haz aquí en tu tierra lo que hemos oído que hiciste en Capernaún”.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios