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Referencias Cruzadas

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Lucas 23:41

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

En nuestro caso, el castigo es justo, pues sufrimos lo que merecen nuestros delitos; este, en cambio, no ha hecho nada malo.

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19 Referencias Cruzadas  

»Después de todo lo que nos ha acontecido por causa de nuestras maldades y de nuestra grave culpa, reconocemos que tú, Dios nuestro, no nos has dado el castigo que merecemos, sino que nos has dejado un remanente.

sino con la preciosa sangre de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin defecto.

Cuando Pilato vio que no conseguía nada, sino que más bien se estaba formando un tumulto, pidió agua y se lavó las manos delante de la gente. ―Soy inocente de la sangre de este hombre —dijo—. ¡Allá vosotros!

―He pecado —les dijo— porque he entregado sangre inocente. ―¿Y eso a nosotros qué nos importa? —respondieron—. ¡Allá tú!

Así que someteos a Dios. Resistid al diablo, y él huirá de vosotros.

Cuando el centurión y los que con él estaban custodiando a Jesús vieron el terremoto y todo lo que había sucedido, quedaron aterrados y exclamaron: ―¡Verdaderamente este era el Hijo de Dios!

Mientras Pilato estaba sentado en el tribunal, su esposa le envió el siguiente recado: «No te metas con ese justo, pues, por causa de él, hoy he sufrido mucho en un sueño».

Esta fue la oración y confesión que le hice: »“Señor, Dios grande y terrible, que cumples tu pacto de fidelidad con los que te aman y obedecen tus mandamientos:

y asumieron así su responsabilidad. Durante tres horas leyeron el libro de la ley del Señor su Dios, y en las tres horas siguientes le confesaron sus pecados y lo adoraron.

Estando en tal aflicción, imploró al Señor, Dios de sus antepasados, y se humilló profundamente ante él.

Pero el otro criminal lo reprendió: ―¿Ni siquiera temor de Dios tienes, aunque sufres la misma condena?

Luego dijo: ―Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.

Dios y vosotros sois testigos de que nos comportamos con vosotros los creyentes en una forma santa, justa e irreprochable.

Cuando proferían insultos contra él, no replicaba con insultos; cuando padecía, no amenazaba, sino que se entregaba a aquel que juzga con justicia.




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