Por fin Pilato decidió concederles su demanda:
»No imites la maldad de las mayorías. »No te dejes llevar por la mayoría en un proceso legal. »No perviertas la justicia tomando partido con la mayoría.
Entonces les soltó a Barrabás; pero a Jesús lo mandó azotar, y lo entregó para que lo crucificaran.
Absolver al culpable y condenar al inocente son dos cosas que el Señor aborrece.
Como quería satisfacer a la multitud, Pilato les soltó a Barrabás; a Jesús lo mandó azotar, y lo entregó para que lo crucificaran.
Pilato tomó entonces a Jesús y mandó que lo azotaran.
Pero a grandes voces ellos siguieron insistiendo en que lo crucificara, y con sus gritos se impusieron.
soltó al hombre que le pedían, el que por insurrección y homicidio había sido echado en la cárcel, y dejó que hicieran con Jesús lo que quisieran.