y, si os hiciera preguntas, no me contestaríais.
Jeremías le respondió al rey: ―Si respondo a tu pregunta, lo más seguro es que me mates. Y, si te doy un consejo, no me vas a hacer caso.
―Si eres el Cristo, dínoslo —le exigieron. Jesús les contestó: ―Si os lo dijera, no me creeríais
Pero de ahora en adelante el Hijo del hombre estará sentado a la derecha del Dios Todopoderoso.