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Referencias Cruzadas

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Lucas 22:18

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Os digo que no volveré a beber del fruto de la vid hasta que venga el reino de Dios.

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22 Referencias Cruzadas  

Os digo que no beberé de este fruto de la vid desde ahora en adelante, hasta el día en que beba con vosotros el vino nuevo en el reino de mi Padre.

pues os digo que no volveré a comerla hasta que tenga su pleno cumplimiento en el reino de Dios.

Os aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta aquel día en que beba el vino nuevo en el reino de Dios.

»¡Venid a las aguas todos los que tengáis sed! ¡Venid a comprar y a comer los que no tengáis dinero! Venid, comprad vino y leche sin pago alguno.

Él nos libró del dominio de la oscuridad y nos trasladó al reino de su amado Hijo,

Igualmente, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que el reino de Dios está cerca.

Además, os aseguro que algunos de los aquí presentes no sufrirán la muerte sin antes haber visto el reino de Dios.

Le ofrecieron vino mezclado con mirra, pero no lo tomó.

Después tomó una copa, dio gracias y se la dio, y todos bebieron de ella.

Y añadió: ―Os aseguro que algunos de los aquí presentes no sufrirán la muerte sin antes haber visto el reino de Dios llegar con poder.

Yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del reino de la muerte no prevalecerán contra ella.

¡Qué bueno y hermoso será todo ello! El trigo dará nuevos bríos a los jóvenes, y el mosto alegrará a las muchachas.

El Señor Todopoderoso los protegerá, y ellos destruirán por completo los proyectiles de la honda. Beberán y reirán como embriagados de vino; se llenarán como un tazón de libaciones, como los cuernos del altar.

»En los días de estos reyes, el Dios del cielo establecerá un reino que jamás será destruido ni entregado a otro pueblo, sino que permanecerá para siempre y hará pedazos a todos estos reinos.

Sobre este monte, el Señor Todopoderoso preparará para todos los pueblos un banquete de manjares especiales, un banquete de vinos añejos, de manjares especiales y de selectos vinos añejos.

He entrado ya en mi jardín, hermana y novia mía, y en él recojo mirra y bálsamo; allí me sacio del panal y de su miel; allí bebo mi vino y mi leche. ¡Comed y bebed, amigos, y embriagaos de amor!

el vino que alegra el corazón, el aceite que hace brillar el rostro, y el pan que sustenta la vida.

Pero la vid les respondió: “¿He de renunciar a mi vino, que alegra a los dioses y a los hombres, para ir a mecerme sobre los árboles?”




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