Así que iban todos a inscribirse, cada cual a su propio pueblo.
Por aquellos días Augusto César decretó que se levantara un censo en todo el Imperio romano.
(Este primer censo se efectuó cuando Cirenio gobernaba en Siria).
También José, que era descendiente del rey David, subió de Nazaret, ciudad de Galilea, a Judea. Fue a Belén, la Ciudad de David,
para inscribirse junto con María su esposa. Ella se encontraba encinta
Efrón el hitita, que estaba sentado allí entre su gente, le respondió a Abraham en presencia de todos ellos y de los que pasaban por la puerta de su ciudad: