Como la gente lo escuchaba, pasó a contarles una parábola, porque estaba cerca de Jerusalén y la gente pensaba que el reino de Dios iba a manifestarse en cualquier momento.
Los fariseos preguntaron a Jesús cuándo iba a venir el reino de Dios, y él les respondió: ―La venida del reino de Dios no se puede calcular.
Entonces los que estaban reunidos con él le preguntaron: ―Señor, ¿es ahora cuando vas a restablecer el reino a Israel?
Como se acercaba el tiempo de que fuera llevado al cielo, Jesús se hizo el firme propósito de ir a Jerusalén.