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Referencias Cruzadas

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Lucas 18:14

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

»Os digo que este, y no aquel, volvió a su casa justificado ante Dios. Pues todo el que a sí mismo se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».

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39 Referencias Cruzadas  

Todo el que a sí mismo se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.

Él les dijo: «Vosotros os hacéis los buenos ante la gente, pero Dios conoce vuestros corazones. Daos cuenta de que aquello que la gente tiene en gran estima es detestable delante de Dios.

Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.

Porque el que a sí mismo se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.

El altivo será humillado, pero el humilde será enaltecido.

Pero él nos da mayor ayuda con su gracia. Por eso dice la Escritura: «Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes».

De sus tronos derrocó a los poderosos, mientras que ha exaltado a los humildes.

El Señor es excelso, pero tiene en cuenta a los humildes y mira de lejos a los orgullosos.

«Dichosos los pobres en espíritu, porque el reino de los cielos les pertenece.

Porque lo dice el excelso y sublime, el que vive para siempre, cuyo nombre es santo: «Yo habito en un lugar santo y sublime, pero también con el contrito y humilde de espíritu, para reanimar el espíritu de los humildes y alentar el corazón de los quebrantados.

El Señor se burla de los burlones, pero muestra su favor a los humildes.

¿Cómo puede el hombre declararse inocente ante Dios? ¿Cómo puede alegar pureza quien ha nacido de mujer?

Sin embargo, al reconocer que nadie es justificado por las obras que demanda la ley, sino por la fe en Jesucristo, también nosotros hemos puesto nuestra fe en Cristo Jesús, para ser justificados por la fe en él y no por las obras de la ley; porque por estas nadie será justificado.

Sin embargo, al que no trabaja, sino que cree en el que justifica al malvado, se le toma en cuenta la fe como justicia.

Por tanto, nadie será justificado en presencia de Dios por hacer las obras que exige la ley; más bien, mediante la ley cobramos conciencia del pecado.

Pero él quería justificarse, así que preguntó a Jesús: ―¿Y quién es mi prójimo?

Al fracaso lo precede la soberbia humana; a los honores los precede la humildad.

El temor del Señor imparte sabiduría; la humildad precede a la honra.

Porque Dios humilla a los altaneros, y exalta a los humildes.

―Gracias. Ojalá favorezcas siempre a esta tu sierva. Con esto, Ana se despidió y se fue a comer. Desde ese momento, su semblante cambió.

Ahora sé que el Señor es más grande que todos los dioses, por lo que hizo a quienes trataron a Israel con arrogancia».

¿Quién acusará a los que Dios ha escogido? Dios es el que justifica.

En consecuencia, ya que hemos sido justificados mediante la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.

Por eso yo, Nabucodonosor, alabo, exalto y glorifico al Rey del cielo, porque siempre procede con rectitud y justicia, y es capaz de humillar a los soberbios.

Después de su sufrimiento, verá la luz y quedará satisfecho; por su conocimiento mi siervo justo justificará a muchos, y cargará con las iniquidades de ellos.

Pero toda la descendencia de Israel será vengada y exaltada en el Señor.

Aun siendo inocente, me condenará mi boca; aun siendo íntegro, resultaré culpable.

»El insolente no tiene el alma recta, pero el justo vivirá por su fe.

¡Anda, come tu pan con alegría! ¡Bebe tu vino con buen ánimo, que Dios ya se ha agradado de tus obras!

No lleves a juicio a tu siervo, pues ante ti nadie puede alegar inocencia.

Fue mi mano la que hizo todas estas cosas; fue así como llegaron a existir —afirma el Señor—. »Yo estimo a los pobres y contritos de espíritu, a los que tiemblan ante mi palabra.

vale más que el rey te diga: «Sube acá», y no que te humille ante gente importante. Lo que veas con tus ojos




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