Dichosos los siervos a quienes su señor encuentre pendientes de su llegada. Creedme que se ceñirá, hará que los siervos se sienten a la mesa, y él mismo se pondrá a servirles.
Cuando este vio a Benjamín con ellos, le dijo a su mayordomo: «Lleva a estos hombres a mi casa. Luego, mata un animal y prepáralo, pues estos hombres comerán conmigo al mediodía».
Entonces David se levantó del suelo y en seguida se bañó y se perfumó; luego se vistió y fue a la casa del Señor para adorar. Después regresó al palacio, pidió que le sirvieran alimentos, y comió.
»Supongamos que uno de vosotros tiene un siervo que ha estado arando el campo o cuidando las ovejas. Cuando el siervo regresa del campo, ¿acaso se le dice: “Ven en seguida a sentarte a la mesa”?