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Referencias Cruzadas

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Lucas 15:29

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Pero él le contestó: “¡Fíjate cuántos años te he servido sin desobedecer jamás tus órdenes, y ni un cabrito me has dado para celebrar una fiesta con mis amigos!

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23 Referencias Cruzadas  

Dices: “Soy rico; me he enriquecido y no me hace falta nada”; pero no te das cuenta de cuán infeliz y miserable, pobre, ciego y desnudo eres tú.

El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que salga vencedor le daré del maná escondido, y le daré también una piedrecita blanca en la que está escrito un nombre nuevo que solo conoce el que lo recibe.

No conociendo la justicia que proviene de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se sometieron a la justicia de Dios.

En otro tiempo yo tenía vida aparte de la ley; pero, cuando vino el mandamiento, cobró vida el pecado y yo morí.

Es que te tenía miedo, porque eres un hombre muy exigente: tomas lo que no depositaste y cosechas lo que no sembraste”.

A algunos que, confiando en sí mismos, se creían justos y despreciaban a los demás, Jesús les contó esta parábola:

Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, debéis decir: “Somos siervos inútiles; no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber”».

Os digo que así es también en el cielo: habrá más alegría por un solo pecador que se arrepienta que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse.

“Estos que fueron los últimos en ser contratados trabajaron una sola hora —dijeron—, y los has tratado como a nosotros que hemos soportado el peso del trabajo y el calor del día”.

»Vosotros habéis dicho: “Servir a Dios no vale la pena. ¿Qué ganamos con cumplir sus mandatos y vestirnos de luto delante del Señor Todopoderoso

y a preguntarles a los sacerdotes de la casa del Señor Todopoderoso y a los profetas: «¿Debemos observar en el quinto mes un día de duelo y abstinencia, tal como hemos hecho todos estos años?»

que dicen: “¡Mantente alejado! ¡No te acerques a mí! ¡Soy demasiado sagrado para ti!” Todo esto me fastidia como humo en la nariz; ¡es un fuego que arde todo el día!

¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál principio? ¿Por el de la observancia de la ley? No, sino por el de la fe.

Por tanto, nadie será justificado en presencia de Dios por hacer las obras que exige la ley; más bien, mediante la ley cobramos conciencia del pecado.

Indignado, el hermano mayor se negó a entrar. Así que su padre salió a suplicarle que lo hiciera.

¡Pero ahora llega ese hijo tuyo, que ha despilfarrado tu fortuna con prostitutas, y tú mandas matar en su honor el ternero más gordo!”




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