Allí, delante de él, estaba un hombre enfermo de hidropesía.
Un día Jesús fue a comer a casa de un notable de los fariseos. Era sábado, así que estos estaban acechando a Jesús.
Jesús preguntó a los expertos en la ley y a los fariseos: ―¿Está permitido o no sanar en sábado?