Y, cuando sopla el viento del sur, decís: “Va a hacer calor”, y así sucede.
“Estos que fueron los últimos en ser contratados trabajaron una sola hora —dijeron—, y los has tratado como a nosotros que hemos soportado el peso del trabajo y el calor del día”.
Tú, que te sofocas de calor entre tus ropas cuando la tierra dormita bajo el viento del sur,
Más bien, cuando des a los necesitados, que no se entere tu mano izquierda de lo que hace la derecha,