Al octavo día tomará dos tórtolas o dos pichones de paloma, y se presentará ante el Señor, a la entrada de la Tienda de reunión. Allí entregará las aves al sacerdote,
»Al octavo día, el que se purifica deberá traer dos corderos sin defecto y una cordera de un año, también sin defecto; como ofrenda de cereal traerá seis kilos de flor de harina amasada con aceite, junto con un tercio de litro de aceite.