»Si alguien sin darse cuenta toca alguna cosa ritualmente impura, tal como el cadáver de un animal impuro, sea o no doméstico, o el cadáver de un reptil impuro, se vuelve impuro él mismo y es culpable.
»Si alguien hace uno de esos juramentos que se acostumbra a hacer a la ligera, y sin saberlo jura hacer bien o mal, ha pecado. Pero, al darse cuenta, será culpable de haber hecho ese juramento.
»Si alguien toca cualquier clase de impureza humana, o de animal o de algo detestable, y luego come la carne ofrecida al Señor en el sacrificio de comunión, será eliminado de su pueblo».
El día en que vuelva a entrar en el atrio interior del santuario para cumplir su servicio, deberá ofrecer su sacrificio por el pecado. Lo afirma el Señor omnipotente.
El sacerdote examinará la llaga. Si el vello en la parte afectada se ha puesto blanco y la llaga se ve más hundida que la piel, entonces se trata de una enfermedad infecciosa. Después de examinar a la persona, el sacerdote la declarará impura.