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Referencias Cruzadas

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Levítico 26:4

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

yo os enviaré lluvia a su tiempo, y la tierra y los árboles del campo darán sus frutos;

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31 Referencias Cruzadas  

Habrá paz cuando se siembre, y las vides darán su fruto; la tierra producirá sus cosechas y el cielo enviará su rocío. Todo esto se lo daré como herencia al remanente de este pueblo.

La tierra dará entonces su fruto, y Dios, nuestro Dios, nos bendecirá.

Multiplicaré el fruto de los árboles y las cosechas del campo para que no sufráis más entre las naciones el oprobio de pasar hambre.

El Señor te enviará lluvia para la semilla que siembres en la tierra, y el alimento que produzca la tierra será suculento y abundante. En aquel día tu ganado pacerá en extensas praderas.

Él derrama lluvia sobre la tierra y envía agua sobre los campos.

»El Señor abrirá los cielos, su generoso tesoro, para derramar a su debido tiempo la lluvia sobre la tierra, y para bendecir todo el trabajo de tus manos. Tú les prestarás a muchas naciones, pero no tomarás prestado de nadie.

entonces él enviará la lluvia oportuna sobre vuestra tierra, en otoño y en primavera, para que obtengáis el trigo, el vino y el aceite.

dejadme deciros que en el sexto año os enviaré una bendición tan grande que la tierra producirá como para tres años.

Sin embargo, no ha dejado de dar testimonio de sí mismo haciendo el bien, dándoos lluvias del cielo y estaciones fructíferas, proporcionándoos comida y alegría de corazón.

para que seáis hijos de vuestro Padre que está en el cielo. Él hace que salga el sol sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e injustos.

El Señor mismo nos dará bienestar, y nuestra tierra rendirá su fruto.

Tú, oh Dios, diste abundantes lluvias; reanimaste a tu extenuada herencia.

Estos testigos tienen poder para cerrar el cielo a fin de que no llueva mientras estén profetizando; y tienen poder para convertir las aguas en sangre y para azotar la tierra, cuantas veces quieran, con toda clase de plagas.

Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo espera el agricultor a que la tierra dé su precioso fruto y con qué paciencia aguarda las temporadas de lluvia.

¿Acaso hay entre los ídolos falsos alguno que pueda hacer llover? Señor y Dios nuestro, ¿acaso no eres tú, y no el cielo mismo, el que manda los aguaceros? Tú has hecho todas estas cosas; por eso esperamos en ti.

La dejaré desolada, y no será podada ni cultivada; le crecerán espinos y cardos. Mandaré que las nubes no lluevan sobre ella.

Desde tus altos aposentos riegas las montañas; la tierra se sacia con el fruto de tu trabajo.

Ahora bien, Elías, el de Tisbé de Galaad, fue a decirle a Acab: «Tan cierto como que vive el Señor, Dios de Israel, a quien yo sirvo, te juro que no habrá rocío ni lluvia en los próximos años, hasta que yo lo ordene».

La tierra dará su fruto, y comeréis hasta saciaros, y allí viviréis seguros.

»Si obedecéis fielmente los mandamientos que hoy os doy, y si amáis al Señor vuestro Dios y le servís con todo el corazón y con toda el alma,

Dios nos bendecirá, y le temerán todos los confines de la tierra.

La justicia será su heraldo y le preparará el camino.

No temáis, animales del campo, porque los pastizales de la estepa reverdecerán; los árboles producirán su fruto, y la higuera y la vid darán su riqueza.




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