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Referencias Cruzadas

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Levítico 24:5

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

»Toma flor de harina y hornea doce tortas de pan. Cada torta debe pesar cuatro kilos.

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18 Referencias Cruzadas  

Sobre la mesa pondrás el pan de la Presencia, para que esté ante mí siempre.

y puso el pan en orden ante el Señor, como el Señor se lo había ordenado.

Luego recogió doce piedras, una por cada tribu descendiente de Jacob, a quien el Señor le había puesto por nombre Israel.

Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que se hallan dispersas por el mundo: Saludos.

Esta es la promesa que nuestras doce tribus esperan alcanzar rindiendo culto a Dios con diligencia día y noche. Es por esta esperanza, oh rey, por lo que me acusan los judíos.

Entró en la casa de Dios, y él y sus compañeros comieron los panes consagrados a Dios, lo que no se les permitía a ellos, sino solo a los sacerdotes.

En efecto, se habilitó un tabernáculo de tal modo que en su primera parte, llamada el Lugar Santo, estaban el candelabro, la mesa y los panes consagrados.

la mesa con todos sus utensilios y el pan de la Presencia,

»Sobre la mesa de la presencia del Señor extenderán un paño púrpura y colocarán los platos, las bandejas, los tazones y las jarras para las libaciones. También estará allí el pan de la ofrenda permanente.

Por tanto, el sacerdote le entregó a David el pan consagrado, ya que no había otro. Era el pan de la Presencia que había sido quitado de delante del Señor y reemplazado por el pan caliente del día.

Algunos de sus parientes coatitas preparaban el pan consagrado para cada sábado.

También estaban encargados del pan de la Presencia, de la harina para las ofrendas de cereales, de las hojuelas sin levadura, de las ofrendas fritas en sartén o cocidas, y de todas las medidas de capacidad y de longitud.

Todos los días, por la mañana y por la tarde, ofrecen al Señor los holocaustos y queman el incienso; además, todas las tardes colocan el pan consagrado sobre la mesa de oro puro, y encienden las lámparas del candelabro de oro. Daos cuenta de que nosotros sí mantenemos el culto al Señor nuestro Dios, a quien vosotros habéis abandonado.

el pan de la Presencia; las ofrendas y el holocausto diarios; los sacrificios de los sábados, de la luna nueva y de las fiestas solemnes; las ofrendas sagradas; los sacrificios de expiación por el pecado de Israel, y todo el servicio del templo de nuestro Dios.

Lleva adentro la mesa y ponla en orden. Pon también dentro del santuario el candelabro, y enciende sus lámparas.

Aquel día estaba allí uno de los oficiales de Saúl, que había tenido que quedarse en el santuario del Señor. Se trataba de un edomita llamado Doeg, que era jefe de los pastores de Saúl.

En cuanto a la ofrenda de la leña, echamos suertes entre nosotros los sacerdotes, los levitas y el pueblo en general, según nuestras familias, para determinar a quiénes les tocaría llevar, en los tiempos fijados cada año, la leña para el templo del Señor nuestro Dios, para que ardiera en su altar, como está escrito en la ley.




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