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Referencias Cruzadas

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Jueces 3:3

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Quedaron los cinco príncipes de los filisteos, todos los cananeos, y los sidonios y heveos que vivían en los montes del Líbano, desde el monte de Baal Hermón hasta Lebó Jamat.

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31 Referencias Cruzadas  

que se extiende desde el río Sijor, al este de Egipto, hasta la frontera de Ecrón al norte. A ese se le considera territorio cananeo, y en él se encuentran los cinco gobernantes filisteos: el de Gaza, el de Asdod, el de Ascalón, el de Gat y el de Ecrón. También queda sin conquistar el territorio de los aveos.

Además queda el territorio de los guiblitas y todo el Líbano oriental, desde Baal Gad, al pie del monte Hermón, hasta Lebó Jamat.

Los jefes filisteos avanzaban en compañías de cien y de mil soldados, seguidos de Aquis y de David y sus hombres.

Los filisteos también se juntaron para hacerle la guerra a Israel. Contaban con tres mil carros, seis mil jinetes y un ejército tan numeroso como la arena a la orilla del mar. Avanzaron hacia Micmás, al este de Bet Avén, y allí acamparon.

Así mismo, el número de las ratas de oro correspondía al de las ciudades filisteas que pertenecían a los cinco jefes, tanto las ciudades fortificadas como las aldeas sin murallas. Y la gran piedra donde depositaron el arca del Señor permanece hasta el día de hoy, como testimonio, en el campo de Josué de Bet Semes.

Los cinco hombres se fueron y llegaron a Lais, donde vieron que la gente vivía segura, tranquila y confiada, tal como vivían los sidonios. Gozaban de prosperidad y no les faltaba nada. Además, vivían lejos de los sidonios y no se relacionaban con nadie más.

Sus padres no sabían que esto era de parte del Señor, que buscaba la ocasión de enfrentarse a los filisteos; porque en aquel tiempo los filisteos dominaban a Israel.

los sidonios, los amalecitas y los madianitas os oprimían y vosotros clamasteis a mí para que os ayudara, ¿acaso no os libré de su dominio?

él se enfureció contra ellos. Los vendió a los filisteos y a los amonitas,

Así que el Señor los vendió a Jabín, un rey cananeo que reinaba en Jazor. El jefe de su ejército era Sísara, que vivía en Jaroset Goyim.

La frontera seguía hacia Abdón, Rejob, Hamón y Caná, hasta tocar la gran ciudad de Sidón.

Llamó además a los cananeos de oriente y occidente, a los amorreos, a los hititas, a los ferezeos, a los jebuseos de las montañas y a los heveos que viven en las laderas del monte Hermón en Mizpa.

al que los sidonios llaman Sirión y los amorreos, Senir.

Poneos en marcha y dirigíos a la región montañosa de los amorreos y a todas las zonas vecinas: el Arabá, las montañas, las llanuras occidentales, el Néguev y la costa, hasta la tierra de los cananeos, el Líbano y el gran río, el Éufrates.

y desde el monte Hor hasta Lebó Jamat. De allí, esta línea seguirá hasta llegar a Zedad,

Los amalecitas habitan el Néguev; los hititas, jebuseos y amorreos viven en la montaña, y los cananeos ocupan la zona costera y la ribera del río Jordán.

»Zabulón vivirá a la orilla del mar; será puerto seguro para las naves, y sus fronteras llegarán hasta Sidón.

Los israelitas replicaron: ―Tal vez sois de por aquí y, en ese caso, no podemos hacer ningún trato con vosotros.

Ninguna ciudad hizo trato de ayuda mutua con los israelitas, excepto los heveos de Gabaón. A todas esas ciudades Josué las derrotó en el campo de batalla,

Lo hizo solamente para que los descendientes de los israelitas, que no habían tenido experiencia en el campo de batalla, aprendieran a combatir.

―¿Y qué le debemos ofrecer? —preguntaron los filisteos. ―Cinco figuras de oro en forma de tumor —respondieron aquellos— y otras cinco en forma de rata, conforme al número de jefes filisteos, pues la misma plaga os ha azotado a vosotros y a vuestros jefes.

Los cinco jefes filisteos vieron todo esto, y regresaron a Ecrón ese mismo día.

Siguieron hacia la fortaleza de Tiro y recorrieron todas las ciudades de los heveos y los cananeos. Finalmente, llegaron a Berseba, en el Néguev de Judá.

Y así, en presencia del Señor, Salomón y todo Israel celebraron la fiesta durante siete días, extendiéndola luego siete días más: ¡catorce días de fiesta en total! A la fiesta llegó gente de todas partes, desde Lebó Jamat hasta el río de Egipto, y se formó una gran asamblea.

»Por el occidente, la frontera será el mar Mediterráneo, desde el límite sur hasta la costa que está a la altura de Lebó Jamat. Este será el límite occidental.

A los descendientes de los pueblos no israelitas (es decir, a los amorreos, hititas, ferezeos, heveos y jebuseos, pueblos que quedaron en el país porque los israelitas no pudieron destruirlos), Salomón los sometió a trabajos forzados, y así continúan hasta el día de hoy.




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