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Referencias Cruzadas

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Juan 9:22

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Sus padres contestaron así por miedo a los judíos, pues ya estos habían convenido que se expulsara de la sinagoga a todo el que reconociera que Jesús era el Cristo.

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24 Referencias Cruzadas  

Os expulsarán de las sinagogas; y hasta viene el día en que cualquiera que os mate pensará que está prestando un servicio a Dios.

Sin embargo, por temor a los judíos, nadie hablaba de él abiertamente.

Dichosos vosotros cuando os odien, cuando os discriminen, os insulten y os desprestigien por causa del Hijo del hombre.

Ellos replicaron: ―Tú, que naciste sumido en pecado, ¿vas a darnos lecciones? Y lo expulsaron.

Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican artes mágicas, los idólatras y todos los mentirosos recibirán como herencia el lago de fuego y azufre. Esta es la segunda muerte».

Entonces llamaron a los apóstoles y, después de azotarlos, les ordenaron que no hablaran más en el nombre de Jesús. Después de eso los soltaron.

Nadie entre el pueblo se atrevía a juntarse con ellos, aunque los elogiaban.

Los llamaron y les ordenaron terminantemente que dejaran de hablar y enseñar acerca del nombre de Jesús.

Al atardecer de aquel primer día de la semana, estando reunidos los discípulos a puerta cerrada por temor a los judíos, entró Jesús y, poniéndose en medio de ellos, los saludó. ―¡La paz sea con vosotros!

Después de esto, José de Arimatea pidió a Pilato el cuerpo de Jesús. José era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a los judíos. Con el permiso de Pilato, fue y retiró el cuerpo.

»¿Quién te asustó, quién te metió miedo, que me has engañado? No te acordaste de mí, ni me tuviste en cuenta. ¿Será que no me temes porque guardé silencio tanto tiempo?

«Soy yo mismo el que los consuela. ¿Quién eres tú, que temes a los hombres, a simples mortales, que no son más que hierba?

»Escuchadme, vosotros que conocéis lo que es recto; pueblo que lleva mi ley en su corazón: No temáis el reproche de los hombres, ni os desalentéis por sus insultos,

Temer a los hombres resulta una trampa, pero el que confía en el Señor sale bien librado.

Este es el testimonio de Juan cuando los judíos de Jerusalén enviaron sacerdotes y levitas a preguntarle quién era.

Pero los judíos no creían que el hombre hubiera sido ciego y que ahora viera, y hasta llamaron a sus padres

Lo que no sabemos es cómo ahora puede ver, ni quién le abrió los ojos. Preguntádselo a él, que ya es mayor de edad y puede responder por sí mismo.

Jesús se enteró de que habían expulsado a aquel hombre, y al encontrarlo le preguntó: ―¿Crees en el Hijo del hombre?




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