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Referencias Cruzadas

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Juan 8:9

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Al oír esto, se fueron retirando uno tras otro, comenzando por los más viejos, hasta dejar a Jesús solo con la mujer, que aún seguía allí.

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22 Referencias Cruzadas  

Estos muestran que llevan escrito en el corazón lo que la ley exige, como lo atestigua su conciencia, pues sus propios pensamientos algunas veces los acusan y otras veces los excusan.

aunque bien sabes que muchas veces también tú has hablado mal de otros.

que, aunque nuestro corazón nos condene, Dios es más grande que nuestro corazón y lo sabe todo.

Tú que dices que no se debe cometer adulterio, ¿adulteras? Tú que aborreces a los ídolos, ¿robas de sus templos?

Entonces se incorporó Jesús y le preguntó: ―Mujer, ¿dónde están? ¿Ya nadie te condena?

Una vez más, Jesús se dirigió a la gente, y les dijo: ―Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

Cuando razonó así, quedaron humillados todos sus adversarios, pero la gente estaba encantada por tantas maravillas que hacía.

Que perezcan humillados mis acusadores; que se cubran de oprobio y de ignominia los que buscan mi ruina.

Has hecho todo esto, y he guardado silencio; ¿acaso piensas que soy como tú? Pero ahora voy a reprenderte; cara a cara voy a denunciarte.

Sean confundidos y avergonzados todos los que tratan de matarme; huyan derrotados todos los que procuran mi mal;

Los cielos harán pública su culpa; la tierra se levantará a denunciarlo.

muy breve ha sido la algarabía del malvado; la alegría del impío ha sido pasajera.

Entonces ella le dijo a Elías: ―¿Por qué te entrometes, hombre de Dios? ¿Viniste a recordarme mi pecado y a matar a mi hijo?

El rey también le dijo a Simí: ―Tú bien sabes cuánto daño le hiciste a mi padre David; ahora el Señor se vengará de ti por tu maldad.

Al amanecer se presentó de nuevo en el templo. Toda la gente se le acercó, y él se sentó a enseñarles.

Los maestros de la ley y los fariseos llevaron entonces a una mujer sorprendida en adulterio y, poniéndola en medio del grupo,

E inclinándose de nuevo, siguió escribiendo en el suelo.




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