Juan 8:20

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Estas palabras las dijo Jesús en el lugar donde se depositaban las ofrendas, mientras enseñaba en el templo. Pero nadie le echó mano, porque aún no había llegado su tiempo.

Referencias Cruzadas

Juan 7:30

Entonces quisieron arrestarlo, pero nadie le echó mano, porque aún no había llegado su hora.

Juan 7:8

Subid vosotros a la fiesta. Yo no voy todavía a esta fiesta porque mi tiempo aún no ha llegado.

Marcos 12:41

Jesús se sentó frente al lugar donde se depositaban las ofrendas, y estuvo observando cómo la gente echaba sus monedas en el cepillo del templo. Muchos ricos echaban grandes cantidades.

Juan 7:44

Algunos querían arrestarlo, pero nadie le puso las manos encima.

Marcos 12:43

Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: «Os aseguro que esta viuda pobre ha echado en el tesoro más que todos los demás.

Mateo 27:6

Los jefes de los sacerdotes recogieron las monedas y dijeron: «La ley no permite echar esto al tesoro, porque es precio de sangre».

Juan 10:39

Nuevamente intentaron arrestarlo, pero él se les escapó de las manos.

Juan 8:59

Entonces los judíos tomaron piedras para arrojárselas, pero Jesús se escondió y salió inadvertido del templo.

Lucas 20:19

Los maestros de la ley y los jefes de los sacerdotes, cayendo en la cuenta de que la parábola iba dirigida contra ellos, buscaron la manera de echarle mano en aquel mismo momento. Pero temían al pueblo.

1 Crónicas 9:26

Los cuatro porteros principales estaban en servicio permanente. Eran levitas y custodiaban las salas y los tesoros del templo de Dios.

Mateo 26:55

Y de inmediato dijo a la turba: ―¿Acaso soy un bandido, para que vengáis con espadas y palos a arrestarme? Todos los días me sentaba a enseñar en el templo, y no me prendisteis.

Lucas 21:1

Jesús se detuvo a observar y vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca del templo.

Juan 2:4

―Mujer, ¿eso qué tiene que ver conmigo? —respondió Jesús—. Todavía no ha llegado mi hora.

Juan 7:14

Jesús esperó hasta la mitad de la fiesta para subir al templo y comenzar a enseñar.

Juan 8:2

Al amanecer se presentó de nuevo en el templo. Toda la gente se le acercó, y él se sentó a enseñarles.