Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Juan 7:12

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Entre la multitud corrían muchos rumores acerca de él. Unos decían: «Es una buena persona». Otros alegaban: «No, lo que pasa es que engaña a la gente».

Ver Capítulo Copiar

20 Referencias Cruzadas  

Algunos de los fariseos comentaban: «Ese hombre no viene de parte de Dios, porque no respeta el sábado». Otros objetaban: «¿Cómo puede un pecador hacer semejantes señales?» Y había desacuerdo entre ellos.

―¿Así que también vosotros os habéis dejado engañar? —replicaron los fariseos—.

Los fariseos oyeron a la multitud que murmuraba estas cosas acerca de él, y junto con los jefes de los sacerdotes mandaron unos guardias del templo para arrestarlo.

Hacedlo todo sin quejas ni contiendas,

Difícilmente habrá quien muera por un justo, aunque tal vez haya quien se atreva a morir por una persona buena.

pues era un hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe. Un gran número de personas aceptó al Señor.

―¿No eres tú también de Galilea? —protestaron—. Investiga y verás que de Galilea no ha salido ningún profeta.

Al ver la señal que Jesús había realizado, la gente comenzó a decir: «En verdad este es el profeta, el que ha de venir al mundo».

Había un hombre bueno y justo llamado José, miembro del Consejo,

El centurión, al ver lo que había sucedido, alabó a Dios y dijo: ―Verdaderamente este hombre era justo.

―¿Por qué me llamas bueno? —respondió Jesús—. Nadie es bueno sino solo Dios.

Todos se llenaron de temor y alababan a Dios. ―Ha surgido entre nosotros un gran profeta —decían—. Dios ha venido en ayuda de su pueblo.

El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón produce el bien; pero el que es malo, de su maldad produce el mal, porque de lo que abunda en el corazón habla la boca.

―Señor —dijeron—, nosotros recordamos que mientras ese engañador aún vivía dijo: “A los tres días resucitaré”.

Buscaban la manera de arrestarlo, pero temían a la gente, porque esta lo consideraba un profeta.

Basta con que el discípulo sea como su maestro, y el siervo como su amo. Si al jefe de la casa lo han llamado Beelzebú, ¡cuánto más a los de su familia!




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios