―Dadles vosotros mismos de comer —contestó Jesús. ―¡Eso costaría casi un año de trabajo! —objetaron—. ¿Quieres que vayamos y gastemos todo ese dinero en pan para darles de comer?
»Al salir, aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros que le debía cien monedas de plata. Lo agarró por el cuello y comenzó a estrangularlo. “¡Págame lo que me debes!”, le exigió.
―¿Cómo voy a alimentar a cien personas con esto? —replicó el criado. Pero Eliseo insistió: ―Dale de comer a la gente, pues así dice el Señor: “Comerán y habrá de sobra”.
Felipe buscó a Natanael y le dijo: ―Hemos encontrado a Jesús de Nazaret, el hijo de José, aquel de quien escribió Moisés en la ley, y de quien escribieron los profetas.