Cuando lo encontraron al otro lado del lago, le preguntaron: ―Rabí, ¿cuándo llegaste aquí?
y porque la gente los salude en las plazas y los llame “Rabí”.
Después de cruzar el lago, desembarcaron en Genesaret.
»Pero no permitáis que a vosotros se os llame “Rabí”, porque tenéis un solo Maestro y todos vosotros sois hermanos.
Después de cruzar el lago, llegaron a tierra en Genesaret y atracaron allí.
Mientras tanto, sus discípulos le insistían: ―Rabí, come algo.