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Referencias Cruzadas

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Juan 5:23

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

para que todos honren al Hijo como lo honran a él. El que se niega a honrar al Hijo no honra al Padre que lo envió.

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47 Referencias Cruzadas  

Todo el que niega al Hijo no tiene al Padre; el que reconoce al Hijo tiene también al Padre.

»El que os escucha a vosotros me escucha a mí; el que os rechaza a vosotros me rechaza a mí; y el que me rechaza a mí rechaza al que me envió».

Todo el que se descarría y no permanece en la enseñanza de Cristo no tiene a Dios; el que permanece en la enseñanza sí tiene al Padre y al Hijo.

»Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo.

Además, al introducir a su Primogénito en el mundo, Dios dice: «Que lo adoren todos los ángeles de Dios».

La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor imperecedero.

Más bien, creced en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea la gloria ahora y para siempre! Amén.

Sin embargo, vosotros no vivís según la naturaleza pecaminosa, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios vive en vosotros. Y, si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo.

En conclusión, ya sea que comáis o bebáis o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.

Pero ahora que habéis sido liberados del pecado y os habéis puesto al servicio de Dios, cosecháis la santidad que conduce a la vida eterna.

Él me glorificará, porque tomará de lo mío y os lo dará a conocer a vosotros.

¿Acaso no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en vosotros y que habéis recibido de parte de Dios? No sois vosotros vuestros propios dueños;

Y en su nombre pondrán las naciones su esperanza».

Por ese motivo padezco estos sufrimientos. Pero no me avergüenzo, porque sé en quién he creído, y estoy seguro de que tiene poder para guardar hasta aquel día lo que le he confiado.

Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros.

esto es, que, en Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándole en cuenta sus pecados y encargándonos a nosotros el mensaje de la reconciliación.

nos sentíamos como sentenciados a muerte. Pero eso sucedió para que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios, que resucita a los muertos.

Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo os concedan gracia y paz.

»No os angustiéis. Confiad en Dios, confiad también en mí.

»El que quiere a su padre o a su madre más que a mí no es digno de mí; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí no es digno de mí;

¡Alégrate mucho, hija de Sión! ¡Grita de alegría, hija de Jerusalén! Mira, tu rey viene hacia ti, justo, Salvador y humilde. Viene montado en un asno, en un pollino, cría de asna.

Declarad y presentad vuestras pruebas, deliberad juntos. ¿Quién predijo esto hace tiempo, quién lo declaró desde tiempos antiguos? ¿Acaso no lo hice yo, el Señor? Fuera de mí no hay otro Dios; Dios justo y Salvador, no hay ningún otro fuera de mí.

Besadle los pies, no sea que se enoje y seáis destruidos en el camino, pues su ira se inflama de repente. ¡Dichosos los que en él buscan refugio!

El amor de Cristo nos obliga, porque estamos convencidos de que uno murió por todos, y por consiguiente todos murieron.

Si alguno no ama al Señor, quede bajo maldición. ¡Marana ta!

A su vez, Isaías afirma: «Brotará la raíz de Isaí, el que se levantará para gobernar a las naciones; en él los pueblos pondrán su esperanza».

Os escribo a todos vosotros, los amados de Dios que estáis en Roma, que habéis sido llamados a ser santos. Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo os concedan gracia y paz.

Todo lo que yo tengo es tuyo, y todo lo que tú tienes es mío; y por medio de ellos he sido glorificado.

Por tanto, id y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,

»Así dice el Señor, el Señor Todopoderoso, rey y redentor de Israel: “Yo soy el primero y el último; fuera de mí no hay otro dios.

»Yo soy el Señor; ¡ese es mi nombre! No entrego a otros mi gloria, ni mi alabanza a los ídolos.

Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo habéis recibido una fe tan preciosa como la nuestra.

Tú, Dios y Salvador de Israel, eres un Dios que se oculta.

»“Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí.




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