Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Juan 4:34

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

―Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra —les dijo Jesús—.

Ver Capítulo Copiar

21 Referencias Cruzadas  

Porque he bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la del que me envió.

Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta; juzgo solo según lo que oigo, y mi juicio es justo, pues no busco hacer mi propia voluntad, sino cumplir la voluntad del que me envió.

No me he apartado de los mandamientos de sus labios; en lo más profundo de mi ser he atesorado las palabras de su boca.

Yo te he glorificado en la tierra, y he llevado a cabo la obra que me encomendaste.

Al probar Jesús el vinagre, dijo: ―Todo se ha cumplido. Luego inclinó la cabeza y entregó el espíritu.

Yendo un poco más allá, se postró sobre su rostro y oró: «Padre mío, si es posible, no me hagas beber este trago amargo. Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú».

»El testimonio con que yo cuento tiene más peso que el de Juan. Porque esa misma tarea que el Padre me ha encomendado que lleve a cabo, y que estoy haciendo, es la que testifica que el Padre me ha enviado.

―Yo tengo un alimento que vosotros no conocéis —replicó él.

Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.

Me agrada, Dios mío, hacer tu voluntad; tu ley la llevo dentro de mí».

Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.

Os digo que así mismo se alegra Dios con sus ángeles por un pecador que se arrepiente.

Con mi ejemplo os he mostrado que es preciso trabajar duro para ayudar a los necesitados, recordando las palabras del Señor Jesús: “Hay más dicha en dar que en recibir”».

El pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo.

―Hagámoslo como te digo, pues nos conviene cumplir con lo que es justo —le contestó Jesús. Entonces Juan consintió.

―¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que tengo que estar en la casa de mi Padre?

El que me envió está conmigo; no me ha dejado solo, porque siempre hago lo que le agrada.

Después de esto, como Jesús sabía que ya todo había terminado, y para que se cumpliera la Escritura, dijo: ―Tengo sed.

Jesús se levantó y fue con él, acompañado de sus discípulos.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios