«¿Le habrán traído algo de comer?», comentaban entre sí los discípulos.
Pero ellos no entendían lo que quería decir con esto. Les estaba encubierto para que no lo comprendieran, y no se atrevían a preguntárselo.
Al llegar la mañana, llamó a sus discípulos y escogió a doce de ellos, a los que nombró apóstoles:
Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que, al oír a Juan, habían seguido a Jesús.
También habían sido invitados a la boda Jesús y sus discípulos.
―Yo tengo un alimento que vosotros no conocéis —replicó él.