Juan 3:5

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

―Yo te aseguro que quien no nazca de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios —respondió Jesús—.

Referencias Cruzadas

Hechos 2:38

―Arrepentíos y bautizaos cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de vuestros pecados —les contestó Pedro—, y recibiréis el don del Espíritu Santo.

Efesios 5:26

para hacerla santa. Él la purificó, lavándola con agua mediante la palabra,

1 Pedro 3:21

la cual simboliza el bautismo que ahora os salva también a vosotros. El bautismo no consiste en la limpieza del cuerpo, sino en el compromiso de tener una buena conciencia delante de Dios. Esta salvación es posible por la resurrección de Jesucristo,

1 Corintios 6:11

Y eso erais algunos de vosotros. Pero ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.

Mateo 3:11

»Yo os bautizo con agua para arrepentimiento. Pero el que viene después de mí es más poderoso que yo, y ni siquiera merezco llevarle las sandalias. Él os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego.

Juan 3:3

―De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios —dijo Jesús.

Marcos 16:16

El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que no crea será condenado.

1 Corintios 2:12

Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios, para que entendamos lo que por su gracia él nos ha concedido.

Juan 1:13

Estos no nacen de la sangre, ni por deseos naturales, ni por voluntad humana, sino que nacen de Dios.

1 Juan 5:1

Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios, y todo el que ama al padre ama también a sus hijos.

1 Juan 2:29

Si reconocéis que Jesucristo es justo, reconoced también que todo el que practica la justicia ha nacido de él.

Gálatas 6:15

Para nada cuenta estar o no estar circuncidados; lo que importa es ser parte de una nueva creación.

Romanos 14:17

porque el reino de Dios no es cuestión de comidas o bebidas, sino de justicia, paz y alegría en el Espíritu Santo.

Mateo 28:19

Por tanto, id y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,

Mateo 18:3

Entonces dijo: ―Os aseguro que, a menos que cambiéis y os volváis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.

1 Pedro 1:2

según la previsión de Dios el Padre, mediante la obra santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser redimidos por su sangre: Que abunden en vosotros la gracia y la paz.

Hechos 3:19

Por tanto, para que sean borrados vuestros pecados, arrepentíos y volveos a Dios, a fin de que vengan tiempos de descanso de parte del Señor,

Lucas 13:3

¡Os digo que no! De la misma manera, todos vosotros pereceréis, a menos que os arrepientan.

Mateo 5:20

Porque os digo que no entraréis en el reino de los cielos a menos que vuestra justicia supere a la de los fariseos y de los maestros de la ley.

Romanos 8:2

pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte.

Lucas 13:24

―Esforzaos por entrar por la puerta estrecha —contestó—, porque os digo que muchos tratarán de entrar y no podrán.

Lucas 13:5

¡Os digo que no! De la misma manera, todos vosotros pereceréis, a menos que os arrepintáis».

Mateo 19:24

De hecho, le resulta más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios.

Mateo 21:31

¿Cuál de los dos hizo lo que su padre quería?» ―El primero —contestaron ellos. Jesús les dijo: ―Os aseguro que los recaudadores de impuestos y las prostitutas van delante de vosotros hacia el reino de Dios.

Marcos 9:47

Y, si tu ojo te hace pecar, sácatelo. Más te vale entrar tuerto en el reino de Dios que ser arrojado con los dos ojos al infierno,

Marcos 10:14

Cuando Jesús se dio cuenta, se indignó y les dijo: «Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos.

Juan 3:4

―¿Cómo puede uno nacer de nuevo siendo ya viejo? —preguntó Nicodemo—. ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y volver a nacer?

1 Corintios 15:50

Os declaro, hermanos, que el cuerpo mortal no puede heredar el reino de Dios, ni lo corruptible puede heredar lo incorruptible.