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Referencias Cruzadas

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Juan 20:25

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Así que los otros discípulos le dijeron: ―¡Hemos visto al Señor! ―Mientras no vea yo la marca de los clavos en sus manos, y meta mi dedo en las marcas y mi mano en su costado, no lo creeré —repuso Tomás.

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25 Referencias Cruzadas  

―¿Y qué señal harás para que la veamos y te creamos? ¿Qué puedes hacer? —insistieron ellos—.

Pero ellos, al oír que Jesús estaba vivo y que ella lo había visto, no le creyeron.

¿Y a quiénes juró Dios que jamás entrarían en su reposo, sino a los que desobedecieron?

Cuidaos, hermanos, de que ninguno de vosotros tenga un corazón pecaminoso e incrédulo que os haga apartaros del Dios vivo.

―¡Es el Señor! —dijo a Pedro el discípulo a quien Jesús amaba. Tan pronto como Simón Pedro le oyó decir: «Es el Señor», se puso la ropa, pues estaba semidesnudo, y se tiró al agua.

Andrés encontró primero a su hermano Simón, y le dijo: ―Hemos encontrado al Mesías (es decir, el Cristo).

―¡Qué torpes sois —les dijo—, y qué tardos de corazón para creer todo lo que han dicho los profetas!

―Salvó a otros —decían—, ¡pero no puede salvarse a sí mismo! ¡Y es el Rey de Israel! Que baje ahora de la cruz, y así creeremos en él.

A pesar de todo, siguieron pecando y no creyeron en sus maravillas.

Y, aunque lo llamara y me respondiera, no creo que me concediera audiencia.

Como perros de presa, me han rodeado; me ha cercado una banda de malvados; me han traspasado las manos y los pies.

Estos volvieron y avisaron a los demás, pero no les creyeron a ellos tampoco.

Por último se apareció Jesús a los once mientras comían; los reprendió por su falta de fe y por su obstinación en no creer a los que lo habían visto resucitado.

Luego dijo a Tomás: ―Pon tu dedo aquí y mira mis manos. Acerca tu mano y métela en mi costado. Y no seas incrédulo, sino hombre de fe.




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