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Referencias Cruzadas

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Juan 10:27

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen.

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26 Referencias Cruzadas  

Tengo otras ovejas que no son de este redil, y también a ellas debo traer. Así ellas escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo pastor.

»Yo soy el buen pastor; conozco a mis ovejas, y ellas me conocen a mí,

Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo.

Pero el que ama a Dios es conocido por él.

Por eso, como dice el Espíritu Santo: «Si oís hoy su voz,

Ciertamente os aseguro que ya viene la hora, y ha llegado ya, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán.

Una vez más, Jesús se dirigió a la gente, y les dijo: ―Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

Pero, ahora que conocéis a Dios —o más bien que Dios os conoce a vosotros—, ¿cómo es que queréis regresar a esos principios ineficaces y sin valor? ¿Queréis volver a ser esclavos de ellos?

Todos los que vinieron antes de mí eran unos ladrones y unos bandidos, pero las ovejas no les hicieron caso.

Quien quiera servirme debe seguirme; y donde yo esté, allí también estará mi siervo. A quien me sirva, mi Padre lo honrará.

¿Por qué no entendéis mi modo de hablar? Porque no podéis aceptar mi palabra.

Elías se presentó ante el pueblo y dijo: ―¿Hasta cuándo vais a seguir indecisos? Si el Dios verdadero es el Señor, debéis seguirlo; pero, si es Baal, seguidle a él. El pueblo no dijo una sola palabra.

Dirigiéndose a todos, declaró: ―Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz cada día y me siga.

Mientras estaba aún hablando, apareció una nube luminosa que los envolvió, de la cual salió una voz que dijo: «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él. ¡Escuchadle!»

A pesar de todo, el fundamento de Dios es sólido y se mantiene firme, pues está sellado con esta inscripción: «El Señor conoce a los suyos», y esta otra: «Que se aparte de la maldad todo el que invoca el nombre del Señor».

―Si quiero que él permanezca vivo hasta que yo vuelva, ¿a ti, qué? Tú sígueme.

Pero él os contestará: “Os repito que no sé quiénes sois. ¡Apartaos de mí, todos vosotros hacedores de injusticia!”

Entonces llamó a la multitud y a sus discípulos. ―Si alguien quiere ser mi discípulo —les dijo—, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz y me siga.

“¡No, no os conozco!”, respondió él.

Luego dijo Jesús a sus discípulos: ―Si alguien quiere ser mi discípulo, tiene que negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme.

Entonces les diré claramente: “Jamás os conocí. ¡Alejaos de mí, hacedores de maldad!”

Estos se mantuvieron puros, sin contaminarse con ritos sexuales. Son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Fueron rescatados como los primeros frutos de la humanidad para Dios y el Cordero.

Porque quien no le haga caso será eliminado del pueblo”.

Jesús lo miró con amor y añadió: ―Una sola cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.

»Porque, así como permanecerán en mi presencia el cielo nuevo y la tierra nueva que yo haré, así también perdurarán vuestro nombre y vuestros descendientes —afirma el Señor—.




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