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Referencias Cruzadas

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Josué 7:2

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Josué envió a unos hombres de Jericó hacia Hai, lugar cercano a Bet Avén, frente a Betel, y les dijo: «Id a explorar la tierra». Fueron, pues, a explorar la ciudad de Hai.

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18 Referencias Cruzadas  

La frontera norte se iniciaba en el río Jordán, pasaba por las laderas al norte de Jericó y avanzaba en dirección occidental hacia la región montañosa, hasta llegar al desierto de Bet Avén.

»Si tú, Israel, te prostituyes, ¡que no resulte culpable Judá! »No vayáis a Guilgal ni subáis a Bet Avén, ni juréis: “¡Por la vida del Señor!”

Así libró el Señor a Israel aquel día, y la batalla se extendió más allá de Bet Avén.

Los filisteos también se juntaron para hacerle la guerra a Israel. Contaban con tres mil carros, seis mil jinetes y un ejército tan numeroso como la arena a la orilla del mar. Avanzaron hacia Micmás, al este de Bet Avén, y allí acamparon.

Os envío como ovejas en medio de lobos. Por tanto, sed astutos como serpientes y sencillos como palomas.

La guerra se hace con buena estrategia; la victoria se alcanza con muchos consejeros.

Afirma tus planes con buenos consejos; entabla el combate con buena estrategia.

De allí se dirigió a la región montañosa que está al este de Betel, donde armó su campamento, teniendo a Betel al oeste y Hai al este. También en ese lugar erigió un altar al Señor e invocó su nombre.

Así que cuidad mucho vuestra manera de vivir. No viváis como necios, sino como sabios,

Los benjaminitas se establecieron en Gueba, Micmás, Aías, Betel y sus poblaciones,

el rey de Jericó, el rey de Hai, ciudad cercana a Betel,

Luego Josué hijo de Nun envió secretamente, desde Sitín, a dos espías con la siguiente orden: «Id a explorar la tierra, especialmente Jericó». Cuando los espías llegaron a Jericó, se hospedaron en la casa de una prostituta llamada Rajab.

En aquel lugar había una ciudad que se llamaba Luz, pero Jacob le cambió el nombre y le puso Betel.

Poco después regresaron y le dieron el siguiente informe a Josué: «No es necesario que todo el pueblo vaya a la batalla. Dos o tres mil soldados serán suficientes para que tomemos Hai. Esa población tiene muy pocos hombres y no hay necesidad de cansar a todo el pueblo».

Recibieron ese regalo los ancianos de Betel, Ramot del Néguev, Jatir,

»¡Gime, Hesbón, porque Hai ha sido destruida! ¡Gritad, hijas de Rabá! ¡Vestíos de luto, y haced lamentación; corred de un lado a otro, dentro de los muros!, porque Moloc se marcha al destierro, junto con sus sacerdotes y oficiales.

Así que colocó uno de los becerros en Betel, y el otro en Dan.

Llega el enemigo hasta Ayat, pasa por Migrón, y deja en Micmás su equipaje.




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