Moisés les dio a los israelitas la siguiente orden: «Esta es la tierra que se repartirá por sorteo. El Señor ha ordenado que sea repartida solo entre las nueve tribus y media,
Pero vosotros cruzaréis el río Jordán y viviréis en la tierra que el Señor vuestro Dios os da en herencia; él os librará de vuestros enemigos que os rodean, y viviréis seguros.
Yo mismo voy a echar de la presencia de los israelitas a todos los habitantes de Sidón y a cuantos viven en la región montañosa, desde el Líbano hasta Misrefot Mayin. »Tú, por tu parte, repartirás y les darás por herencia esta tierra a los israelitas, tal como te lo he ordenado.
De este modo terminaron de dividir los territorios el sacerdote Eleazar, Josué y los jefes de las tribus de Israel. El sorteo lo realizaron en Siló, en presencia del Señor, a la entrada de la Tienda de reunión.
»”Cuando por sorteo os repartáis la tierra como herencia, deberéis reservar una porción de terreno, la cual será consagrada al Señor. Esta porción santa será de doce mil quinientos metros de largo por diez mil de ancho. Todo este territorio será santo.