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Referencias Cruzadas

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Jonás 2:9

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Yo, en cambio, te ofreceré sacrificios y cánticos de gratitud. Cumpliré las promesas que te hice. ¡La salvación viene del Señor!»

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24 Referencias Cruzadas  

Tuya es, Señor, la salvación; ¡envía tu bendición sobre tu pueblo! Selah

¡Ofrece a Dios tu gratitud, cumple tus promesas al Altísimo!

Así que ofrezcamos continuamente a Dios, por medio de Jesucristo, un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de los labios que confiesan su nombre.

Quien me ofrece su gratitud, me honra; al que enmiende su conducta le mostraré mi salvación».

Piensa bien lo que le dirás, y vuélvete al Señor con este ruego: «Perdónanos nuestra perversidad, y recíbenos con benevolencia, pues queremos ofrecerte el fruto de nuestros labios.

Nuestro Dios es un Dios que salva; el Señor Soberano nos libra de la muerte.

Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, os ruego que cada uno de vosotros, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios.

Pero Israel será salvado por el Señor con salvación eterna; y nunca más volverá a ser avergonzado ni humillado.

Gritaban a gran voz: «¡La salvación viene de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!»

Vosotros adoráis lo que no conocéis; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación proviene de los judíos.

el grito de gozo y alegría, el canto del novio y de la novia, y la voz de los que traen a la casa del Señor ofrendas de acción de gracias y cantan: »” ‘Dad gracias al Señor Todopoderoso, porque el Señor es bueno, porque su amor es eterno’. Yo cambiaré la suerte de este país —afirma el Señor—, y volverá a ser como al principio”.

Cuando ores, él te escuchará, y tú cumplirás tus votos.

Vámonos a Betel. Allí construiré un altar al Dios que me socorrió cuando estaba yo en peligro, y que me ha acompañado en mi camino».

De hecho, en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos».

¡Que ofrezcan sacrificios de gratitud, y, jubilosos, proclamen sus obras!

Al cabo de cuatro años, Absalón le dijo al rey: ―Permíteme ir a Hebrón, a cumplir un voto que le hice al Señor.

»No lleves a la casa del Señor tu Dios dineros ganados con estas prácticas, ni pagues con esos dineros ninguna ofrenda prometida, porque unos y otros son abominables al Señor tu Dios.

El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida; ¿quién podrá amedrentarme?

Lleguemos ante él con acción de gracias, aclamémoslo con cánticos.

No os alejéis de él por seguir a ídolos inútiles, que no os pueden ayudar ni rescatar, pues no sirven para nada.




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