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Referencias Cruzadas

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Joel 2:31

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre antes que llegue el día del Señor, día grande y terrible.

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21 Referencias Cruzadas  

»Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, »“se oscurecerá el sol y no brillará más la luna; las estrellas caerán del cielo y los cuerpos celestes serán sacudidos”.

»Voy a enviaros al profeta Elías antes que llegue el día del Señor, día grande y terrible.

»Mirad, ya viene el día, ardiente como un horno. Todos los soberbios y todos los malvados serán como paja, y aquel día les prenderá fuego hasta dejarlos sin raíz ni rama —dice el Señor Todopoderoso—.

Se oscurecerán el sol y la luna; dejarán de brillar las estrellas.

Ante este ejército tiembla la tierra y se estremece el cielo, el sol y la luna se oscurecen y las estrellas dejan de brillar.

»Habrá señales en el sol, la luna y las estrellas. En la tierra, las naciones estarán angustiadas y perplejas por el bramido y la agitación del mar.

»En aquellos días, en el tiempo señalado, cuando restaure yo la suerte de Judá y de Jerusalén,

Desde el mediodía y hasta la media tarde toda la tierra quedó en oscuridad.

El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre antes que llegue el día del Señor, día grande y esplendoroso.

Tocó el cuarto ángel su trompeta, y fue asolada la tercera parte del sol, de la luna y de las estrellas, de modo que se oscureció la tercera parte de ellos. Así quedó sin luz la tercera parte del día y la tercera parte de la noche.

Por eso el país estará de luto, y los altos cielos se oscurecerán, pues ya lo dije, y no me retractaré; lo he decidido, y no me volveré atrás».

Cuando te hayas consumido, haré que el cielo se oscurezca y se apaguen las estrellas; cubriré el sol con una nube, y no brillará más la luna.

Tocad la trompeta en Sión; dad la voz de alarma en mi santo monte. Tiemblen todos los habitantes del país, pues ya viene el día del Señor; en realidad ya está cerca.

Día de tinieblas y oscuridad, día de nubes y densos nubarrones. Como la aurora que se extiende sobre los montes, así avanza un pueblo fuerte y numeroso, pueblo como nunca lo hubo en la antigüedad ni lo habrá en las generaciones futuras.

Truena la voz del Señor al frente de su ejército; son innumerables sus tropas y poderosos los que ejecutan su palabra. El día del Señor es grande y terrible. ¿Quién lo podrá resistir?

»En aquel día no habrá luz, ni hará frío.




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