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Referencias Cruzadas

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Joel 2:27

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Entonces sabréis que yo estoy en medio de Israel, que yo soy el Señor vuestro Dios, y no hay otro fuera de mí. ¡Nunca más será avergonzado mi pueblo!

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31 Referencias Cruzadas  

porque el Señor tu Dios está en medio de ti como guerrero victorioso. Se deleitará en ti con gozo, te renovará con su amor, se alegrará por ti con cantos

Yo soy el Señor, y no hay otro; fuera de mí no hay ningún Dios. Aunque tú no me conoces, te fortaleceré,

«Entonces sabréis que yo, el Señor vuestro Dios, habito en Sión, mi monte santo. Santa será Jerusalén, y nunca más la invadirán los extranjeros.

Entonces sabrán que yo soy el Señor su Dios, quien los envió al exilio entre las naciones, pero que después volví a reunirlos en su propia tierra, sin dejar a nadie atrás.

Comeréis en abundancia, hasta saciaros, y alabaréis el nombre del Señor vuestro Dios, que hará maravillas con vosotros. ¡Nunca más será avergonzado mi pueblo!

Dios está en ella, la ciudad no caerá; al rayar el alba, Dios le brindará su ayuda.

Porque el Señor tu Dios anda por tu campamento para protegerte y para entregar a tus enemigos en tus manos. Por eso tu campamento debe ser un lugar santo; si el Señor ve algo indecente, se apartará de ti.

¡Canta y grita de alegría, habitante de Sión; realmente es grande, en medio de ti, el Santo de Israel!»

Oí una potente voz que provenía del trono y decía: «¡Aquí, entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios.

Así dice la Escritura: «Mirad que pongo en Sión una piedra principal escogida y preciosa, y el que confíe en ella no será jamás defraudado».

Cuando tú, Dios y Señor, ascendiste a las alturas, te llevaste contigo a los cautivos; tomaste tributo de los hombres, aun de los rebeldes, para establecer tu morada.

¿En qué concuerdan el templo de Dios y los ídolos? Porque nosotros somos templo del Dios viviente. Como él ha dicho: «Viviré con ellos y caminaré entre ellos. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo». Por tanto, el Señor añade:

Y a partir de ese día, los israelitas sabrán que yo soy el Señor, su Dios.

Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino, pero el Señor hizo recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros.

Porque así dice el Señor, el que creó los cielos; el Dios que formó la tierra, que la hizo y la estableció; que no la creó para dejarla vacía, sino que la formó para ser habitada: «Yo soy el Señor, y no hay ningún otro.

No tembléis ni os asustéis. ¿Acaso no lo anuncié y profeticé hace tiempo? Vosotros sois mis testigos. ¿Hay algún Dios fuera de mí? No, no hay otra Roca; no conozco ninguna”».

para que sepan de oriente a occidente que no hay ningún otro fuera de mí. Yo soy el Señor, y no hay ningún otro.

Los reyes te adoptarán como hijo, y sus reinas serán tus nodrizas. Se postrarán ante ti rostro en tierra, y lamerán el polvo que tú pises. Sabrás entonces que yo soy el Señor, y que no quedarán avergonzados los que en mí confían».

Os pondré tendones, haré que os salga carne, y os cubriré de piel; os daré aliento de vida, y así reviviréis. Entonces sabréis que yo soy el Señor’ ”».

¿Perdonaré la sangre que derramaron? ¡Claro que no la perdonaré!» ¡El Señor hará su morada en Sión!

Aquel día no tendrás que avergonzarte más de todas tus rebeliones contra mí. Quitaré de en medio de ti a esa gente altanera y jactanciosa, y así nunca más volverás a ser arrogante en mi santo monte.

Pero Moisés le respondió: ―¿Estás celoso por mí? ¡Cómo quisiera que todo el pueblo del Señor profetizara, y que el Señor pusiera su Espíritu en todos ellos!

»Dios no se ha fijado en la maldad de Jacob ni ha reparado en la violencia de Israel. El Señor su Dios está con ellos; y entre ellos se le aclama como rey.

Responded a mis reprensiones, y yo os abriré mi corazón; os daré a conocer mis pensamientos.

que regaré con agua la tierra sedienta y con arroyos el suelo seco; derramaré mi Espíritu sobre tu descendencia y mi bendición sobre tus vástagos,

Recordad las cosas pasadas, aquellas de antaño; yo soy Dios, y no hay ningún otro, yo soy Dios, y no hay nadie igual a mí.

Ya no volveré a darles la espalda, pues derramaré mi Espíritu sobre Israel. Yo, el Señor, lo afirmo».

Yo agitaré mi mano contra esa nación, y sus propios esclavos la saquearán. »Así sabréis que me ha enviado el Señor Todopoderoso.




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