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Referencias Cruzadas

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Jeremías 7:24

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Pero ellos no me obedecieron ni me prestaron atención, sino que siguieron los consejos de su terco y malvado corazón. Fue así como, en vez de avanzar, retrocedieron.

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37 Referencias Cruzadas  

¿Por qué entonces este pueblo se ha desviado? ¿Por qué persiste Jerusalén en su apostasía? Se aferran al engaño, y no quieren volver a mí.

Con todo, no me obedecieron ni me prestaron atención, sino que se obstinaron y fueron peores que sus antepasados”.

»Si alguno de vosotros, al oír las palabras de este juramento, se cree bueno y piensa: “Todo me saldrá bien, aunque persista yo en hacer lo que me plazca”, provocará la ruina de todos.

Pero el pueblo de Israel se rebeló contra mí en el desierto; desobedeció mis decretos y rechazó mis leyes, que son vida para quienes los obedecen. ¡Hasta el colmo profanaron mis sábados! Por eso, cuando estaban en el desierto, pensé descargar mi ira sobre ellos y exterminarlos.

Ellos no me miraron de frente, sino que me dieron la espalda. Y, aunque una y otra vez les enseñaba, no escuchaban ni aceptaban corrección.

Israel es tan indómito como una novilla. ¿Cómo podrá el Señor pastorearlos en campo abierto, como a corderos?

»”Sin embargo, los israelitas se rebelaron contra mí. No siguieron mis decretos y no obedecieron mis leyes, que son vida para quienes los obedecen. Además, profanaron mis sábados. Por eso, cuando estaban en el desierto, pensé agotar mi furor y descargar mi ira sobre ellos.

»”Sin embargo, ellos se rebelaron contra mí, y me desobedecieron. No arrojaron los ídolos con que estaban obsesionados, ni abandonaron los ídolos de Egipto. Por eso, cuando estaban en Egipto, pensé agotar mi furor y descargar mi ira sobre ellos.

Tú me has rechazado, te has vuelto atrás —afirma el Señor—. Extenderé mi mano contra ti, y te destruiré; estoy cansado de tener compasión de ti.

»En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: “Trono del Señor”. Todas las naciones se reunirán en Jerusalén para honrar el nombre del Señor, y ya no volverán a obedecer ciegamente a su malvado corazón.

A un trozo de madera le dicen: “Tú eres mi padre”, y a una piedra le repiten: “Tú me has dado a luz”. Me han vuelto la espalda; no quieren darme la cara. Pero les llega la desgracia y me dicen: “¡Levántate y sálvanos!”

Les advertiste que volvieran a tu ley, pero ellos actuaron con soberbia y no obedecieron tus mandamientos. Pecaron contra tus normas, que dan vida a quien las obedece. En su rebeldía, te rechazaron; fueron tercos y no quisieron escuchar.

Rechazaron mis leyes, desobedecieron mis decretos y profanaron mis sábados, ¡y todo esto lo hicieron por haber andado tras esos ídolos!

A los que me desprecian les aseguran que yo digo que gozarán de bienestar; a los que obedecen los dictados de su terco corazón les dicen que no les sobrevendrá ningún mal.

Siguieron la terquedad de su corazón; se fueron tras los baales, como les habían enseñado sus antepasados».

Porque así como el cinturón se ajusta a la cintura del hombre, así procuré que todo el pueblo de Israel y toda la tribu de Judá se ajustaran a mí —afirma el Señor— para que fueran mi pueblo y mi fama, mi honor y mi gloria. ¡Pero no obedecieron!”

Pero vosotros os habéis comportado peor que vuestros antepasados. Cada uno sigue la terquedad de su corazón malvado, y no me ha obedecido.

Pero ellos no me prestaron atención ni me obedecieron, sino que se obstinaron y no quisieron escuchar ni recibir corrección.

Pero, si esa nación hace lo malo ante mis ojos y no me obedece, me arrepentiré del bien que había pensado hacerles.

Ellos objetarán: “Es inútil. Vamos a seguir nuestros propios planes”, y cada uno cometerá la maldad que le dicte su obstinado corazón».

Además, no he dejado de enviaros a mis siervos, los profetas, para deciros: ‘Convertíos ya de vuestro mal camino, enmendad vuestras acciones y no sigáis a otros dioses para servirlos; entonces habitaréis en la tierra que yo os he dado a vosotros y a vuestros antepasados’. Pero no me habéis prestado atención; no me habéis hecho caso.

El becerro será llevado a Asiria como tributo para el gran rey. Efraín quedará avergonzado; Israel se avergonzará de sus ídolos.

Tú sigues fielmente los decretos de Omrí y todas las prácticas de la dinastía de Acab; te conduces según sus consejos. Por eso voy a entregarte a la destrucción, y a poner en ridículo a tus habitantes. ¡Tendrás que soportar el insulto de los pueblos!»

»Si mi pueblo tan solo me escuchara, si Israel quisiera andar por mis caminos,

Tan solo reconoce tu culpa, y que te rebelaste contra el Señor tu Dios. Bajo todo árbol frondoso has brindado a dioses extraños tus favores, y no has querido obedecerme” —afirma el Señor—.

Así dice el Señor: «Deteneos en los caminos y mirad; preguntad por los senderos antiguos. Preguntad por el buen camino, y no os apartéis de él. Así hallaréis el descanso anhelado. Pero ellos dijeron: “No lo seguiremos”.

Este pueblo malvado, que se niega a obedecerme, que sigue la terquedad de su corazón y va tras otros dioses para servirlos y adorarlos, será como este cinturón, que no sirve para nada.

Nada hay tan engañoso como el corazón. No tiene remedio. ¿Quién puede comprenderlo?

Yo te hablé cuando te iba bien, pero tú dijiste: “¡No escucharé!” Así te has comportado desde tu juventud: ¡nunca me has obedecido!

Pero, cuando entraron y tomaron posesión de ella, no te obedecieron ni acataron tu ley, ni tampoco hicieron lo que les habías ordenado. Por eso les enviaste toda esta desgracia.

No hemos prestado atención a tus siervos los profetas, que en tu nombre hablaron a nuestros reyes y príncipes, a nuestros antepasados y a todos los habitantes de la tierra.

»Pero ellos se negaron a hacer caso. Desafiantes, volvieron la espalda, y se taparon los oídos.




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