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Referencias Cruzadas

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Jeremías 51:16

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Ante su trueno, braman las lluvias en el cielo, y desde los confines de la tierra hace que suban las nubes; entre relámpagos desata la lluvia, y saca de sus depósitos el viento.

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24 Referencias Cruzadas  

Levanta las nubes desde los confines de la tierra; envía relámpagos con la lluvia y saca de sus depósitos a los vientos.

Pero el Señor lanzó sobre el mar un fuerte viento, y se desencadenó una tormenta tan violenta que el barco amenazaba con hacerse pedazos.

En el cielo, entre granizos y carbones encendidos, se oyó el trueno del Señor, resonó la voz del Altísimo.

Al salir el sol, Dios dispuso un viento oriental abrasador. Además, el sol hería a Jonás en la cabeza, de modo que este desfallecía. Con deseos de morirse, exclamó: «¡Prefiero morir que seguir viviendo!»

«Israelitas, ¿acaso vosotros no me sois como cusitas? ¿Acaso no saqué de Egipto a Israel, de Creta a los filisteos y de Quir a los sirios? —afirma el Señor—.

El ruido de las alas de los querubines llegaba hasta el atrio exterior, y era semejante a la voz del Dios Todopoderoso.

Pero envía su palabra y lo derrite; hace que el viento sople, y las aguas fluyen.

Pero a tu reprensión huyeron las aguas; ante el estruendo de tu voz se dieron a la fuga.

Desató desde el cielo el viento solano, y con su poder levantó el viento del sur.

al que cabalga por los cielos, los cielos antiguos, al que hace oír su voz, su voz de trueno.

Se agitan las naciones, se tambalean los reinos; Dios deja oír su voz, y la tierra se derrumba.

¿Tienes acaso un brazo como el mío? ¿Puede tu voz tronar como la mía?

»¿Has llegado a visitar los depósitos de nieve y de granizo,

Por su bondad, hace que vengan las nubes, ya sea para castigar o para bendecir.

Moisés extendió su brazo sobre el mar, y toda la noche el Señor envió sobre el mar un recio viento del este que lo hizo retroceder, convirtiéndolo en tierra seca. Las aguas del mar se dividieron,

El Señor hizo entonces que el viento cambiara, y que un fuerte viento del oeste se llevara las langostas y las echara al Mar Rojo. En todo Egipto no quedó una sola langosta.

Moisés extendió su vara sobre Egipto, y el Señor hizo que todo ese día y toda esa noche un viento del este soplara sobre el país. A la mañana siguiente, el viento del este había traído las langostas,

Dios se acordó entonces de Noé y de todos los animales salvajes y domésticos que estaban con él en el arca. Hizo que soplara un fuerte viento sobre la tierra, y las aguas comenzaron a bajar.




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