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Referencias Cruzadas

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Jeremías 48:7

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Por cuanto confías en tus obras y en tus riquezas, también tú serás capturada. Quemós, tu dios, irá al exilio, junto con sus sacerdotes y oficiales.

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22 Referencias Cruzadas  

¡Ay de ti, Moab! ¡Estás destruido, pueblo de Quemós! Tu dios convirtió a tus hijos en fugitivos y a tus hijas en prisioneras de Sijón, rey de los amorreos.

»¡Gime, Hesbón, porque Hai ha sido destruida! ¡Gritad, hijas de Rabá! ¡Vestíos de luto, y haced lamentación; corred de un lado a otro, dentro de los muros!, porque Moloc se marcha al destierro, junto con sus sacerdotes y oficiales.

Así dice el Señor: «Que no se gloríe el sabio de su sabiduría, ni el poderoso de su poder, ni el rico de su riqueza.

«¡Aquí tenéis al hombre que no buscó refugio en Dios, sino que confió en su gran riqueza y se afirmó en su maldad!»

A los ricos de este mundo, mándales que no sean arrogantes ni pongan su esperanza en las riquezas, que son tan inseguras, sino en Dios, que nos provee de todo en abundancia para que lo disfrutemos.

Pero vosotros sembrasteis maldad, cosechasteis crímenes y comisteis el fruto de la mentira, porque confiasteis en vuestros carros y en la multitud de vuestros guerreros.

¡Ay de ti, Moab! El pueblo de Quemós está destruido; tus hijos son llevados al exilio; tus hijas, al cautiverio.

Entonces Moab se avergonzará de Quemós, como el pueblo de Israel se avergonzó de Betel, santuario en el que había depositado su confianza.

Voy a hacerlo así porque él me ha abandonado y adora a Astarté, diosa de los sidonios, a Quemós, dios de los moabitas, y a Moloc, dios de los amonitas. Salomón no ha seguido mis caminos; no ha hecho lo que me agrada ni ha cumplido mis decretos y leyes como hizo David, su padre.

En la medida en que ella se entregó a la vanagloria y al arrogante lujo, dadle tormento y aflicción; porque en su corazón se jacta: “Estoy sentada como reina; no soy viuda ni sufriré jamás”.

Prenderá fuego a los templos de los dioses de Egipto; los quemará y los llevará cautivos. Sacudirá a Egipto, como un pastor que se sacude los piojos de la ropa, y luego se irá de allí sin inmutarse.

Esto es lo que te ha tocado en suerte, ¡la porción que he medido para ti! —afirma el Señor—. Ya que me has olvidado, y has confiado en la mentira,

Dichoso el que pone su confianza en el Señor y no recurre a los idólatras ni a los que adoran dioses falsos.

Fue en esa época cuando, en una montaña al este de Jerusalén, Salomón edificó un altar pagano para Quemós, el detestable dios de Moab, y otro para Moloc, el despreciable dios de los amonitas.

¿Acaso no consideras tuyo lo que tu dios Quemós te da? Pues también nosotros consideramos nuestro lo que el Señor nuestro Dios nos ha dado.

Allí los filisteos dejaron abandonados sus ídolos, y David y sus soldados se los llevaron.

¿Por qué te jactas de tus valles, de tus fértiles valles, hija rebelde, que confías en tus tesoros y dices: “¿Quién me atacará?”?




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