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Referencias Cruzadas

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Jeremías 3:12

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Ve al norte y proclama este mensaje: »“¡Vuelve, apóstata Israel! No te miraré con ira —afirma el Señor—. No te guardaré rencor para siempre, porque soy misericordioso —afirma el Señor—.

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45 Referencias Cruzadas  

Diles: “Tan cierto como que yo vivo —afirma el Señor omnipotente—, que no me alegro con la muerte del malvado, sino con que se convierta de su mala conducta y viva. ¡Conviértete, pueblo de Israel; conviértete de tu conducta perversa! ¿Por qué habrás de morir?”

Pero tú, Señor, eres Dios clemente y compasivo, lento para la ira, y grande en amor y verdad.

entonces habría rechazado a los descendientes de Jacob y de mi siervo David, y no habría escogido a uno de su estirpe para gobernar sobre la descendencia de Abraham, Isaac y Jacob. ¡Pero yo cambiaré su suerte y tendré compasión de ellos!”»

»¿Acaso no es Efraín mi hijo amado? ¿Acaso no es mi niño preferido? Cada vez que lo reprendo, vuelvo a acordarme de él. Por él mi corazón se conmueve; por él siento mucha compasión —afirma el Señor—.

«¡Volveos, apóstatas, y os curaré de vuestra infidelidad!» «Aquí estamos, a ti venimos, porque tú eres el Señor nuestro Dios.

»En aquellos días la tribu de Judá se unirá al pueblo de Israel, y juntos vendrán del país del norte, a la tierra que di como herencia a sus antepasados.

Porque yo estoy contigo para salvarte —afirma el Señor—. Destruiré por completo a todas las naciones entre las que te había dispersado. Pero a ti no te destruiré del todo, sino que te castigaré con justicia; ¡de ninguna manera quedarás impune!”

sino: “Por la vida del Señor, que hizo salir a los descendientes de la familia de Israel, y los hizo llegar del país del norte, y de todos los países adonde los había expulsado”. Y habitarán en su propia tierra».

«Israel, si piensas volver, vuélvete a mí —afirma el Señor—. Si quitas de mi vista tus ídolos abominables y no te alejas de mí,

¿vas a estar siempre enojado? ¿Guardarás rencor eternamente?” Y mientras hablabas, hacías todo el mal posible».

El Señor es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor.

Tú, Señor, eres bueno y perdonador; grande es tu amor por todos los que te invocan.

En el tercer año de Oseas hijo de Elá, rey de Israel, Ezequías hijo de Acaz, rey de Judá, ascendió al trono.

Finalmente, el Señor arrojó a Israel de su presencia, tal como lo había anunciado por medio de sus siervos los profetas. Así pues, fueron desterrados y llevados cautivos a Asiria, donde hasta el día de hoy se han quedado.

y cuando tú y tus hijos os volváis al Señor tu Dios y le obedezcáis con todo el corazón y con toda el alma, tal como hoy te lo ordeno,

¡Venid, volvámonos al Señor! Él nos ha despedazado, pero nos sanará; nos ha herido, pero nos vendará.

»Por eso, así dice el Señor omnipotente: Ahora voy a cambiar la suerte de Jacob. Tendré compasión de todo el pueblo de Israel, y velaré celosamente el prestigio de mi santo nombre.

Yo los traeré del país del norte; los reuniré de los confines de la tierra. ¡Volverá una gran multitud! Entre ellos vendrán ciegos y cojos, embarazadas y parturientas.

»¡Volveos a mí, apóstatas —afirma el Señor—, porque yo soy vuestro esposo! De vosotros tomaré uno de cada ciudad y dos de cada familia, y os traeré a Sión.

Yo pensaba que después de hacer todo esto ella volvería a mí. Pero no lo hizo. Esto lo vio su hermana, la infiel Judá,

»Supongamos que un hombre se divorcia de su mujer, y que ella lo deja para casarse con otro. ¿Volvería el primero a casarse con ella? ¡Claro que no! Semejante acción contaminaría por completo la tierra. Pues bien, tú te has prostituido con muchos amantes, y ya no podrás volver a mí —afirma el Señor—.

He disipado tus transgresiones como el rocío, y tus pecados como la bruma de la mañana. Vuelve a mí, que te he redimido».

Quien encubre su pecado jamás prospera; quien lo confiesa y lo deja halla perdón.

Pero el amor del Señor es eterno y siempre está con los que le temen; su justicia está con los hijos de sus hijos,

El Señor es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor.

¿Hasta cuándo, Señor? ¿Vas a estar enojado para siempre? ¿Arderá tu celo como el fuego?

Si os volvéis al Señor, vuestros hermanos y vuestros hijos serán tratados con benevolencia por aquellos que los tienen cautivos, y podrán regresar a esta tierra. El Señor vuestro Dios es compasivo y misericordioso. Si os volvéis a él, jamás os abandonará».

En el año noveno del reinado de Oseas, el rey de Asiria, después de conquistar Samaria, deportó a los israelitas a Asiria y los instaló en Jalaj, en Gozán (que está junto al río Jabor) y en las ciudades de los medos.

En tiempos de Pécaj, rey de Israel, Tiglat Piléser, rey de Asiria, invadió el país y conquistó Iyón, Abel Betmacá, Janoa, Cedes, Jazor, Galaad y Galilea, incluyendo todo el territorio de Neftalí; además, deportó a los habitantes a Asiria.

Si hicieras lo bueno, podrías andar con la frente en alto. Pero, si haces lo malo, el pecado te acecha, como una fiera lista para atraparte. No obstante, tú puedes dominarlo».

»Pero, si confiesan su maldad y la maldad de sus padres, y su traición y constante rebeldía contra mí,

No sostiene para siempre su querella ni guarda rencor eternamente.

El Señor me dijo: «Proclama todo esto en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, diciendo: “Escuchad los términos de este pacto, y cumplidlos.

Después que los haya desarraigado, volveré a tener compasión de ellos, y los haré regresar, cada uno a su heredad y a su propio país.

El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota.

»Adviérteles también que así dice el Señor omnipotente: “Yo os reuniré de entre las naciones; os juntaré de los países donde habéis estado dispersos, y os daré la tierra de Israel.

»Yo me propongo ahora hacer un pacto con el Señor, Dios de Israel, para que retire de nosotros su ardiente ira.

Israelitas, ¡volveos a aquel contra quien os habéis rebelado tan abiertamente!

»Ponte señales en el camino, coloca marcas por donde pasaste, fíjate bien en el sendero. ¡Vuelve, virginal Israel; vuelve a tus ciudades!

»”No seáis como vuestros antepasados, a quienes les proclamaron los profetas de antaño que así dice el Señor Todopoderoso: ‘Volveos de vuestra mala conducta y de vuestras malas acciones’. Porque ellos no me obedecieron ni me prestaron atención —afirma el Señor—.




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