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Referencias Cruzadas

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Jeremías 21:7

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Después de eso entregaré a Sedequías, rey de Judá, y a sus oficiales y a la gente que haya quedado con vida después de la peste, la espada y el hambre —afirma el Señor—. Los entregaré en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y de los enemigos que buscan matarlos. Sin ninguna piedad, clemencia ni compasión, Nabucodonosor los herirá a filo de espada”.

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37 Referencias Cruzadas  

El rey Sedequías mandó que trajeran a Jeremías al palacio, y allí le preguntó en secreto: ―¿Has recibido alguna palabra del Señor? ―Sí —respondió Jeremías—, serás entregado en manos del rey de Babilonia.

No voy a tratarte con piedad ni a tener compasión de ti, sino que te haré pagar cara tu conducta y tus prácticas repugnantes. Así sabrás que yo, el Señor, también puedo herir.

Haré que se despedacen unos a otros, padres e hijos por igual. No tendré piedad ni lástima de ellos, sino que los destruiré sin compasión”. Lo afirma el Señor».

Esta nación tendrá un aspecto feroz y no respetará a los viejos ni se compadecerá de los jóvenes.

Por eso no tendré piedad ni compasión de ellos, sino que les pediré cuentas de su conducta».

Por eso, voy a actuar con furor. No tendré piedad ni compasión de ellos. Por más que me imploren a gritos, ¡no los escucharé!»

Yo estaba enojado con mi pueblo; por eso profané mi heredad. Los entregué en tu mano, y no tuviste compasión de ellos. Pusiste sobre los ancianos un yugo muy pesado.

Una vez secas, las ramas se quiebran; vienen luego las mujeres y con ellas hacen fuego. Porque este es un pueblo sin entendimiento; por eso su creador no tiene compasión de él, ni de él se apiada quien lo formó.

»¿Quién tendrá compasión de ti, Jerusalén? ¿Quién llorará por ti? ¿Quién se detendrá a preguntar por tu salud?

Se desmaya la que tuvo siete hijos; se queda sin aliento. Su sol se pone en pleno día; ¡se queda avergonzada y humillada! A sus sobrevivientes los entregaré a la espada delante de sus enemigos», afirma el Señor.

Yo te entregaré en manos de los que buscan matarte, y en manos de los que tú más temes, es decir, en poder de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y de los babilonios.

Ahora mismo entrego todos estos países en manos de mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, y hasta las bestias del campo las he puesto bajo su poder.

Y tú no te escaparás de su poder, porque ciertamente serás capturado y entregado en sus manos. Tus ojos verán los ojos del rey de Babilonia, y él te hablará cara a cara, y serás llevado a Babilonia’.

»”Así dice el Señor omnipotente: Voy a entregarte en manos de los que odias, en manos de quienes te hartaron.

Aunque ayunen, no escucharé sus clamores; aunque me ofrezcan holocaustos y ofrendas de cereal, no los aceptaré. En verdad, voy a exterminarlos con la espada, el hambre y la peste».

En este lugar anularé los planes de Judá y de Jerusalén, y los haré caer a filo de espada delante de sus enemigos, es decir, a manos de los que atentan contra su vida, y dejaré sus cadáveres a las aves del cielo y a las bestias de la tierra, para que les sirvan de comida.

Porque así dice el Señor: “Te voy a convertir en terror para ti mismo y para tus amigos, los cuales caerán bajo la espada de sus enemigos, y tú mismo lo verás. Entregaré a todo Judá en manos del rey de Babilonia, el cual los deportará a Babilonia o los matará a filo de espada.

y Sedequías, rey de Judá, no escapará de la mano de los babilonios, sino que será entregado en manos del rey de Babilonia y tendrá que enfrentarse con él cara a cara”.

Y adviértele a Joacim que así dice el Señor: “Tú quemaste aquel rollo, diciendo: ‘¿Por qué has escrito en él que con toda seguridad el rey de Babilonia vendrá a destruir esta tierra, y a borrar de ella a toda persona y animal?’ ”

»Israel es como un rebaño descarriado, acosado por los leones. Primero lo devoró el rey de Asiria, y luego Nabucodonosor, rey de Babilonia, le quebró todos los huesos».

«Mira, Señor, y ponte a pensar: ¿A quién trataste alguna vez así? ¿Habrán de comerse las mujeres a sus hijos, fruto de sus entrañas? ¿Habrán de matar a sacerdotes y profetas en el santuario del Señor?

»Como si invitaras a una fiesta solemne, enviaste contra mí terror de todas partes. En el día de la ira del Señor, nadie pudo escapar, nadie quedó con vida. A mis seres queridos, a los que eduqué, los aniquiló el enemigo».




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