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Referencias Cruzadas

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Jeremías 19:1

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Así dice el Señor: «Ve a un alfarero, y cómprale un cántaro de barro. Pide luego que te acompañen algunos de los ancianos del pueblo y de los ancianos de los sacerdotes,

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20 Referencias Cruzadas  

A los apuestos habitantes de Sión, que antaño valían su peso en oro, hoy se les ve como vasijas de barro, ¡como la obra de un alfarero!

Vuestra iniquidad quedará hecha pedazos, hecha añicos sin piedad, como vasija de barro: ni uno solo de sus pedazos servirá para sacar brasas del fuego ni agua de una cisterna».

El Señor le respondió a Moisés: ―Tráeme a setenta ancianos de Israel, y asegúrate de que sean ancianos y gobernantes del pueblo. Llévalos a la Tienda de reunión, y haz que esperen allí contigo.

Pero tenemos este tesoro en vasijas de barro para que se vea que tan sublime poder viene de Dios y no de nosotros.

Además, envió a Eliaquín, administrador del palacio, al cronista Sebna y a los sacerdotes más ancianos, todos vestidos de luto, para hablar con el profeta Isaías hijo de Amoz.

Muy de mañana, todos los jefes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo tomaron la decisión de condenar a muerte a Jesús.

Se reunieron entonces los jefes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo en el palacio de Caifás, el sumo sacerdote,

Matad a viejos y a jóvenes, a muchachas, niños y mujeres; comenzad en el templo, y no dejéis a nadie con vida. Pero no toquéis a los que tengan la señal». Y aquellos hombres comenzaron a matar a los viejos que estaban frente al templo.

“Así dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel: ‘Toma la copia sellada y la copia abierta de esta escritura, y guárdalas en una vasija de barro para que se conserven mucho tiempo’.

Entonces algunos de los ancianos del país se levantaron y recordaron a toda la asamblea del pueblo

Este vino a vernos y, tomando el cinturón de Pablo, se ató con él de pies y manos, y dijo: ―Así dice el Espíritu Santo: “De esta manera atarán los judíos de Jerusalén al dueño de este cinturón, y lo entregarán en manos de los gentiles”.

»Hijo de hombre, toma ahora un ladrillo, ponlo delante de ti y dibuja en él la ciudad de Jerusalén.

Así me dijo el Señor: «Ve y cómprate un cinturón de lino, y póntelo en la cintura, pero no lo metas en agua».

»Tú, hijo de hombre, toma ahora una espada afilada, y úsala como navaja de afeitar para raparte la cabeza y afeitarte la barba. Toma luego una balanza y divide tu cabello cortado.




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