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Referencias Cruzadas

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Jeremías 17:18

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

¡No me pongas a mí en vergüenza; avergüénzalos a ellos! ¡No me llenes de terror a mí; aterrorízalos a ellos! Envíales tiempos difíciles; ¡destrózalos, y vuelve a destrozarlos!

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21 Referencias Cruzadas  

Queden confundidos y avergonzados los que procuran matarme; retrocedan humillados los que traman mi ruina.

Pero el Señor está conmigo como un guerrero poderoso; por eso los que me persiguen caerán y no podrán prevalecer, fracasarán y quedarán avergonzados. Eterna será su deshonra; jamás será olvidada.

Pero tú, Señor Todopoderoso, que juzgas con justicia, que pruebas los sentimientos y la mente, ¡déjame ver cómo te vengas de ellos, porque en tus manos he puesto mi causa!

Sean confundidos y avergonzados todos los que tratan de matarme; huyan derrotados todos los que procuran mi mal;

que la ruina los tome por sorpresa; que caigan en su propia trampa, en la fosa que ellos mismos cavaron.

Pagadle con la misma moneda; Dadle el doble de lo que ha cometido, y en la misma copa en que ella preparó bebida mezcladle una doble porción.

Pero yo no me he apresurado a abandonarte y dejar de ser tu pastor, ni he deseado que venga el día de la calamidad. Tú bien sabes lo que he dicho, pues lo dije en tu presencia.

Primero les pagaré el doble por su iniquidad y su pecado, porque con los cadáveres de sus ídolos detestables han profanado mi tierra, y han llenado mi herencia con sus abominaciones».

En ti, Señor, me he refugiado; jamás me dejes quedar en vergüenza.

Que sean avergonzados y confundidos los que procuran matarme. Que retrocedan humillados todos los que desean mi ruina.

Abriéndome herida tras herida, se lanzaron contra mí como un guerrero.

»Tú les dirás lo siguiente: »“Que corran lágrimas de mis ojos día y noche, sin cesar, porque la virginal hija de mi pueblo ha sufrido una herida terrible, ¡un golpe muy duro!

»Pero tú, ¡prepárate! Ve y diles todo lo que yo te ordene. No temas ante ellos, pues de lo contrario yo haré que sí los temas.

Señor, tú me conoces; tú me ves y sabes lo que siento por ti. Arrástralos como ovejas al matadero; apártalos para el día de la matanza.

Señor, tú eres la esperanza de Israel, todo el que te abandona quedará avergonzado. El que se aparta de ti quedará como algo escrito en el polvo, porque abandonó al Señor, al manantial de aguas vivas.

Así me dijo el Señor: «Ve y párate en la puerta del Pueblo, por donde entran y salen los reyes de Judá, y luego en todas las puertas de Jerusalén,

Bendice, Señor, sus logros y acepta la obra de sus manos. Destruye el poder de sus adversarios; ¡que nunca más se levanten sus enemigos!»




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