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Referencias Cruzadas

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Jeremías 17:10

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

«Yo, el Señor, sondeo el corazón y examino los pensamientos, para darle a cada uno según sus acciones y según el fruto de sus obras».

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39 Referencias Cruzadas  

Pero el Señor le dijo a Samuel: ―No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón.

Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios.

A los hijos de esa mujer los heriré de muerte. Así sabrán todas las iglesias que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y a cada uno de vosotros os trataré de acuerdo con vuestras obras.

Pero tú, Señor Todopoderoso, que juzgas con justicia, que pruebas los sentimientos y la mente, ¡déjame ver cómo te vengas de ellos, porque en tus manos he puesto mi causa!

Tus proyectos son grandiosos, y magníficas tus obras. Tus ojos observan todo lo que hace la humanidad para dar a cada uno lo que merece, según su conducta y los frutos de sus acciones.

Tú, Señor Todopoderoso, que examinas al justo, que sondeas el corazón y la mente, hazme ver tu venganza sobre ellos, pues a ti he encomendado mi causa.

»Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele de todo corazón y con buena disposición, pues el Señor escudriña todo corazón y discierne todo pensamiento. Si lo buscas, te permitirá que lo encuentres; si lo abandonas, te rechazará para siempre.

«¡Mirad que vengo pronto! Traigo conmigo mi recompensa, y le pagaré a cada uno según lo que haya hecho.

Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces recompensará a cada persona según lo que haya hecho.

que tú, Señor, eres todo amor; que tú pagarás a cada uno según lo que merezcan sus obras.

En el crisol se prueba la plata y en el horno se prueba el oro, pero al corazón lo prueba el Señor.

Vi también a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono. Se abrieron unos libros, y luego otro, que es el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados según lo que habían hecho, conforme a lo que estaba escrito en los libros.

óyelo tú desde el cielo, donde habitas, y perdónalo. Págale a cada uno según su conducta, la cual tú conoces, puesto que solo tú escudriñas el corazón humano.

no necesitaba que nadie le informara nada acerca de los demás, pues él conocía el interior del ser humano.

Yo os castigaré conforme al fruto de vuestras acciones —afirma el Señor—; a su bosque le prenderé fuego, y ese fuego consumirá todos sus alrededores”».

Dios justo, que examinas mente y corazón, acaba con la maldad de los malvados y mantén firme al que es justo.

¿Qué fruto cosechabais entonces? ¡Cosas que ahora os avergüenzan y que conducen a la muerte!

Yo sé, mi Dios, que tú pruebas los corazones y amas la rectitud. Por eso, con rectitud de corazón te he ofrecido voluntariamente todas estas cosas, y he visto con júbilo que tu pueblo, aquí presente, te ha traído sus ofrendas.

La tierra quedará desolada por culpa de sus habitantes, como resultado de su maldad.

para que tu limosna sea en secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.

Y oraron así: «Señor, tú que conoces el corazón de todos, muéstranos a cuál de estos dos has elegido

óyelo tú desde el cielo, donde habitas, y perdónalo. Trata a cada uno según su conducta, la cual tú conoces, puesto que solo tú escudriñas el corazón humano.

¿acaso Dios no lo habría descubierto, ya que él conoce los más íntimos secretos?

Hay un mal en todo lo que se hace en esta vida: que todos tienen un mismo final. Además, el corazón del hombre rebosa de maldad; la locura está en su corazón toda su vida, y su fin está entre los muertos.

Les pagará según sus obras; a las costas lejanas les dará su merecido: furor para sus adversarios, y retribución para sus enemigos.

Sembraron trigo y cosecharon espinos; ¡de nada les valió su esfuerzo! Por causa de la ardiente ira del Señor se avergonzarán de sus cosechas».

El Espíritu del Señor vino sobre mí y me ordenó proclamar: «Así dice el Señor: “Vosotros, pueblo de Israel, habéis dicho esto, y yo conozco vuestros pensamientos.

Así cautivaré el corazón de los israelitas que por causa de todos esos ídolos se hayan alejado de mí”.

Dios paga al hombre según sus obras; lo trata como se merece.

Mi escudo está en Dios, que salva a los de corazón recto.

Por tu causa, siempre nos llevan a la muerte; ¡nos tratan como a ovejas para el matadero!

Cada uno se sacia del fruto de sus labios, y de la obra de sus manos recibe su recompensa.

Por eso, así dice el Señor, el Dios de Israel, a los pastores que apacientan a mi pueblo: «Vosotros habéis dispersado a mis ovejas; las habéis expulsado y no os habéis encargado de ellas. Pues bien, yo me encargaré de castigaros por vuestras malas acciones —afirma el Señor—.




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