»No entres en una casa donde haya una celebración, ni te sientes con ellos a comer y beber.
No he formado parte de grupos libertinos, ni me he divertido con ellos; he vivido solo, porque tú estás conmigo y me has llenado de indignación.
No tengáis nada que ver con las obras infructuosas de la oscuridad, sino más bien denunciadlas,
Pero en esta carta quiero aclararos que no debéis relacionaros con nadie que, llamándose hermano, sea inmoral o avaro, idólatra, calumniador, borracho o estafador. Con tal persona ni siquiera debéis juntaros para comer.
Porque en los días antes del diluvio comían, bebían y se casaban y daban en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca;
Yo no convivo con los mentirosos, ni me junto con los hipócritas;