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Referencias Cruzadas

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Jeremías 12:1

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Tú, Señor, eres justo cuando discuto contigo. Sin embargo, quisiera exponerte algunas cuestiones de justicia. ¿Por qué prosperan los malvados? ¿Por qué viven tranquilos los traidores?

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44 Referencias Cruzadas  

si nos toca llamar dichosos a los soberbios, y los que hacen lo malo no solo prosperan, sino que incluso desafían a Dios y se salen con la suya?”»

aunque broten como hierba los impíos, y florezcan todos los malhechores, para siempre serán destruidos.

No te irrites a causa de los impíos ni envidies a los que cometen injusticias;

»”Tú, Señor, eres justo. Nosotros, en cambio, somos motivo de vergüenza en este día; nosotros, pueblo de Judá, habitantes de Jerusalén y de todo Israel, tanto los que vivimos cerca como los que se hallan lejos, en todos los países por los que nos has dispersado por haberte sido infieles.

Los salteadores viven tranquilos en sus tiendas; confiados viven esos que irritan a Dios y piensan que pueden controlarlo.

Por lo tanto, se entorpece la ley y no se da curso a la justicia. El impío acosa al justo, y las sentencias que se dictan son injustas.

Contra ti he pecado, solo contra ti, y he hecho lo que es malo ante tus ojos; por eso, tu sentencia es justa, y tu juicio, irreprochable.

He visto al déspota y malvado extenderse como cedro frondoso.

Pero el Señor que está en ella es justo; no comete iniquidad. Cada mañana imparte su justicia, y no deja de hacerlo cada nuevo día, pero el inicuo no conoce la vergüenza.

Pero tú, Señor Todopoderoso, que juzgas con justicia, que pruebas los sentimientos y la mente, ¡déjame ver cómo te vengas de ellos, porque en tus manos he puesto mi causa!

Aun tus hermanos, los de tu propia familia, te han traicionado y gritan contra ti. Por más que te digan cosas agradables, no confíes en ellos.

Pues las casas de Israel y de Judá me han sido más que infieles», afirma el Señor.

Más bien quisiera hablar con el Todopoderoso; me gustaría discutir mi caso con Dios.

¡Señor, Dios de Israel, tú eres justo! Tú has permitido que hasta hoy sobrevivamos como remanente. Culpables como somos, estamos en tu presencia, aunque no lo merecemos».

Son como Adán: han quebrantado el pacto, ¡me han traicionado!

Nunca habías oído ni entendido; nunca antes se te había abierto el oído. Yo sé bien que eres muy traicionero, y que desde tu nacimiento te llaman rebelde.

»Exponed vuestro caso —dice el Señor—; presentad vuestras pruebas —demanda el rey de Jacob—.

¡su descarrío e inexperiencia los destruirán, su complacencia y necedad los aniquilarán!

El Señor es justo en todos sus caminos y bondadoso en todas sus obras.

Señor, tú eres justo, y tus juicios son rectos.

Señor, yo sé que tus juicios son justos, y que con justa razón me afliges.

Él es la Roca, sus obras son perfectas, y todos sus caminos son justos. Dios es fiel; no practica la injusticia. Él es recto y justo.

¡Lejos de ti el hacer tal cosa! ¿Matar al justo junto con el malvado, y que ambos sean tratados de la misma manera? ¡Jamás hagas tal cosa! Tú, que eres el Juez de toda la tierra, ¿no harás justicia?

Tú has sido justo en todo lo que nos ha sucedido, porque actúas con fidelidad. Nosotros, en cambio, actuamos con maldad.

El Señor es compasivo y justo; nuestro Dios es todo ternura.

En la tierra suceden cosas absurdas, pues hay hombres justos a quienes les va como si fueran malvados, y hay malvados a quienes les va como si fueran justos. ¡Y yo digo que también esto es absurdo!

Yo pensaba que después de hacer todo esto ella volvería a mí. Pero no lo hizo. Esto lo vio su hermana, la infiel Judá,

Pero tú, pueblo de Israel, me has sido infiel como una mujer infiel a su esposo», afirma el Señor.

¡Ojalá tuviera yo en el desierto una posada junto al camino! Abandonaría a mi pueblo, y me alejaría de ellos. Porque todos ellos son adúlteros, son una banda de traidores.

»Después de entregarle la escritura a Baruc hijo de Nerías, oré al Señor:

«El Señor es justo, pero yo me rebelé contra sus leyes. Escuchad, vosotros los pueblos; fijaos en mi sufrimiento. Mis jóvenes y mis doncellas han marchado al destierro.

»Vosotros decís: “El Señor es injusto”. Pero escucha, pueblo de Israel: ¿En qué soy injusto? ¿No sois más bien vosotros los injustos?

hunden sus raíces en torno a un montón de piedras y buscan arraigarse entre ellas.

De la ciudad se eleva el clamor de los moribundos; la garganta de los heridos reclama ayuda, ¡pero Dios ni se da por enterado!

Dios los deja sentirse seguros, pero no les quita la vista de encima.

Yo sé que tú amas la verdad en lo íntimo; en lo secreto me has enseñado sabiduría.

»”Tú, Señor y Dios nuestro, dispusiste esta calamidad y la has dejado caer sobre nosotros, porque eres justo en todos tus actos. ¡A pesar de todo, no te hemos obedecido!

Vosotros habéis cansado al Señor con vuestras palabras. Y encima preguntáis: «¿En qué lo hemos cansado?» En que decís: «Todo el que hace lo malo agrada al Señor, y él se complace con ellos»; y murmuráis: «¿Dónde está el Dios de justicia?»




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