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Referencias Cruzadas

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Jeremías 10:12

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Dios hizo la tierra con su poder, afirmó el mundo con su sabiduría, ¡extendió los cielos con su inteligencia!

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38 Referencias Cruzadas  

Él se basta para extender los cielos; somete a su dominio las olas del mar.

Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra.

Con sabiduría afirmó el Señor la tierra, con inteligencia estableció los cielos.

Él reina sobre la bóveda de la tierra, cuyos habitantes son como langostas. Él extiende los cielos como un toldo, y los despliega como una tienda para ser habitada.

porque por medio de él fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, poderes, principados o autoridades: todo ha sido creado por medio de él y para él.

Por medio de él todas las cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado llegó a existir.

porque él la afirmó sobre los mares, la estableció sobre los ríos.

Esta profecía es la palabra del Señor con respecto a Israel. Afirma el Señor, que extendió los cielos, que echó los cimientos de la tierra, y que puso en el hombre aliento de vida:

»¡Ah, Señor mi Dios! Tú, con tu gran fuerza y tu brazo poderoso, has hecho los cielos y la tierra. Para ti no hay nada imposible.

Cuando él deja oír su voz, rugen las aguas en los cielos; hace que vengan las nubes desde los confines de la tierra. Entre relámpagos hace llover, y saca de sus depósitos al viento.

Así dice el Señor: «En el momento propicio te respondí, y en el día de salvación te ayudé. Ahora te guardaré, y haré de ti un pacto para el pueblo, para que restaures el país y repartas las propiedades asoladas;

Con la mano izquierda afirmé la tierra, y con la derecha desplegué los cielos. Yo pronuncié su nombre, y todos ellos aparecieron.

Porque así dice el Señor, el que creó los cielos; el Dios que formó la tierra, que la hizo y la estableció; que no la creó para dejarla vacía, sino que la formó para ser habitada: «Yo soy el Señor, y no hay ningún otro.

Yo hice la tierra, y sobre ella formé a la humanidad. Mis propias manos extendieron los cielos, y di órdenes a sus constelaciones.

«Así dice el Señor, tu Redentor, quien te formó en el seno materno: »“Yo soy el Señor, que ha hecho todas las cosas, yo solo desplegué los cielos y extendí la tierra. ¿Quién estaba conmigo?

Así dice Dios, el Señor, el que creó y desplegó los cielos; el que extendió la tierra y todo lo que ella produce; el que da aliento al pueblo que la habita, y vida a los que en ella se mueven:

¡Oh Señor, cuán numerosas son tus obras! ¡Todas ellas las hiciste con sabiduría! ¡Rebosa la tierra con todas tus criaturas!

Por la palabra del Señor fueron creados los cielos, y por el soplo de su boca, las estrellas.

»¿Quién ha subido a los cielos y descendido de ellos? ¿Quién puede atrapar el viento en su puño o envolver el mar en su manto? ¿Quién ha establecido los límites de la tierra? ¿Quién conoce su nombre o el de su hijo?

Tu fidelidad permanece para siempre; estableciste la tierra, y quedó firme.

Construyó su santuario, alto como los cielos, como la tierra, que él afirmó para siempre.

Dios extiende el cielo sobre el vacío; sobre la nada tiene suspendida la tierra.

Te cubres de luz como con un manto; extiendes los cielos como un velo.

El Señor reina, revestido de esplendor; el Señor se ha revestido de grandeza y ha desplegado su poder. Ha establecido el mundo con firmeza; jamás será removido.

aún no había ningún arbusto del campo sobre la tierra, ni había brotado la hierba, porque Dios el Señor todavía no había hecho llover sobre la tierra ni existía el hombre para que la cultivara.

¿puedes ayudarle a extender los cielos, sólidos como espejo de bronce bruñido?

«Señor Todopoderoso, Dios de Israel, entronizado sobre los querubines: solo tú eres el Dios de todos los reinos de la tierra. Tú has hecho los cielos y la tierra.

La heredad de Jacob no es como ellos, porque él es quien hace todas las cosas; su nombre es el Señor Todopoderoso, e Israel es la tribu de su herencia.

Yo, con mi gran poder y mi brazo poderoso, hice la tierra, y los hombres y los animales que están sobre ella, y puedo dárselos a quien me plazca.

Nada son los dioses de los pueblos, pero el Señor fue quien hizo los cielos;

Tú calmaste el rugido de los mares, el estruendo de sus olas, y el tumulto de los pueblos.

¿Acaso hay entre los ídolos falsos alguno que pueda hacer llover? Señor y Dios nuestro, ¿acaso no eres tú, y no el cielo mismo, el que manda los aguaceros? Tú has hecho todas estas cosas; por eso esperamos en ti.




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