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Referencias Cruzadas

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Génesis 7:11

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Cuando Noé tenía seiscientos años, precisamente en el día diecisiete del mes segundo, se reventaron las fuentes del mar profundo y se abrieron las compuertas del cielo.

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27 Referencias Cruzadas  

Se cerraron las fuentes del mar profundo y las compuertas del cielo, y dejó de llover.

»Traed íntegro el diezmo para los fondos del templo, y así habrá alimento en mi casa. Probadme en esto —dice el Señor Todopoderoso—, y ved si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.

Ante su trueno, braman las lluvias en el cielo, y desde los confines de la tierra hace que suban las nubes; entre relámpagos desata la lluvia, y saca de sus depósitos el viento.

¿Acaso has dejado de temerme? —afirma el Señor—. ¿No debieras temblar ante mí? Yo puse la arena como límite del mar, como frontera perpetua e infranqueable. Aunque se agiten sus olas, no podrán prevalecer; aunque bramen, no franquearán esa frontera.

ese oficial había replicado: «¡No me digas! Aunque el Señor abriera las ventanas del cielo, ¡no podría suceder tal cosa!» De modo que el hombre de Dios respondió: «Pues lo verás con tus propios ojos, pero no llegarás a comerlo».

»Así dice el Señor omnipotente: Te convertiré en lugar de ruinas, como toda ciudad deshabitada. Haré que te cubran las aguas caudalosas del océano.

Él recoge en un cántaro el agua de los mares, y junta en vasijas los océanos.

El ayudante personal del rey replicó: ―¡No me digas! Aunque el Señor abriera las ventanas del cielo, ¡no podría suceder tal cosa! ―Pues lo verás con tus propios ojos —le advirtió Eliseo—, pero no llegarás a comerlo.

Y así sucedió: Dios hizo el firmamento y separó las aguas que están abajo, de las aguas que están arriba.

Porque en los días antes del diluvio comían, bebían y se casaban y daban en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca;

La tierra se quiebra, se desintegra; la tierra se agrieta, se resquebraja; la tierra tiembla y retiembla.

Tú hiciste que brotaran fuentes y arroyos; secaste ríos de inagotables corrientes.

Porque voy a enviar un diluvio sobre la tierra, para destruir a todos los seres vivientes bajo el cielo. Todo lo que existe en la tierra morirá.

Lejos de la gente, cava túneles en lugares nunca hollados; lejos de la gente, se balancea en el aire.

Cuando estén diciendo: «Paz y seguridad», vendrá de improviso sobre ellos la destrucción, como le llegan a la mujer encinta los dolores de parto. De ninguna manera podrán escapar.

Por la palabra y el agua, el mundo de aquel entonces pereció inundado.

Tenía Noé seiscientos años de edad cuando las aguas del diluvio inundaron la tierra.

Si él retiene las lluvias, hay sequía; si las deja caer, se inunda la tierra.

»¿Has viajado hasta las fuentes del océano, o recorrido los rincones del abismo?

Por su conocimiento se separaron las aguas, y las nubes dejaron caer su rocío.

Quien huya del grito de terror caerá en la fosa, y quien suba del fondo de la fosa caerá en la trampa, porque abiertas están las ventanas de lo alto, y tiemblan los cimientos de la tierra.

Para el día veintisiete del segundo mes, la tierra estaba ya completamente seca.

¿Quién tiene sabiduría para contar las nubes? ¿Quién puede vaciar los cántaros del cielo




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